|
Manifestación frente a la sede del Gobierno vasco el día 13 de julio de 2015 |
La semana
pasada un sindicato de la comunidad autónoma vasca convocó una manifestación
frente a las oficinas del Gobierno vasco en Vitoria-Gasteiz para solicitar la
retirada de la Ley de su actual trámite parlamentario, según dicen, para evitar
la privatización de los servicios de bomberos. Realicemos algunas disquisiciones sobre los argumentos
en que se basan las críticas a la Ley.
Vaya por delante que sacar adelante una Ley de estas características
no es fácil. En primer lugar porque el gobierno vasco no tiene las competencias
de Bomberos en la comunidad y tiene que actuar de coordinador entre los
ayuntamientos que tienen la competencia municipal que emana del Estado a través
de la Ley de Bases de Régimen Local, y las diputaciones forales que tienen la
competencia exclusiva en “defensa contra incendios” atribuida por la Ley de
Territorios Históricos (LTH) que realiza el deslinde competencial entre las
diputaciones y el gobierno vasco. Así pues, la misión ha consistido en tratar
de elaborar una Ley de consenso (las administraciones negociadoras eran
gobernadas por tres partidos políticos diferentes) en la que todos ceden parte
de sus competencias para legislar un marco que beneficie al conjunto, buscando
una normalización en la organización y estructura de los servicios de bomberos
para prestar un mejor servicio a los ciudadanos de Euskadi, sin que nadie
resulte perjudicado. Desde esta perspectiva, creo que este objetivo general se
ha logrado, o casi. Por supuesto, todo en la vida es mejorable.
La protesta sindical
Analicemos ahora, los principales alegatos expuestos por el
sindicato convocante para oponerse a la Ley. Estos son los argumentos
presentados(1) para rebatir
la Ley:
1.- Abre la puerta a la
privatización del servicio. No hay nadie que haya podido oír en la génesis,
discusión y elaboración de la Ley nada referido o relacionado con la “privatización
del servicio”. Este fantasma de la privatización es un invento sindical
utilizado como reclamo de las movilizaciones. Estoy seguro que no hay nadie que
pueda afirmar que haya oído a alguien defender criterios a favor de la
externalización de los servicios de bomberos en Euskadi. De hecho en la reunión
de la Función Pública con la representación sindical presente, antes de elevar
la Ley al Parlamento, se informó que, aunque era innecesario, se añadía un
nuevo párrafo con el siguiente texto: “Corresponde a las Administraciones titulares acordar la configuración
jurídica y la forma de gestión de sus servicios, si bien
la ley excluye las formas de gestión indirecta”. Pues bien, a pesar de ser conocedores de esta
inclusión mantienen el mensaje de que el objetivo de la Ley es la privatización.
¡Incomprensible! Tengo claro que esta Ley no pretende privatizar nada y que el día que un gobierno quiera privatizar algún servicio promulgará una ley con ese fin.
2.- Precarización de las
condiciones laborales por la creación de los bomberos a tiempo parcial. Eso
solo se puede decir desde la demagogia o desde la ignorancia. Los “bomberos a
tiempo parcial” o bomberos localizados, como se conocen en otros países de la
Unión europea son bomberos profesionales, con una formación acreditada, con un
contrato de trabajo al servicio de la administración pública. Esta figura está
permitiendo en Europa ir sustituyendo los voluntarios por personal asalariado y
en Euskadi podrá repercutir en tener un mayor número de personas contratadas
por la administración. No es cierto que este trabajo sea precario: será un
trabajador al servicio de la administración. Lo deseable es que este bombero,
al que hay que formar, sea fijo, y no se le pagará peor; sencillamente se le
pagará en función de las horas por las que tenga contrato, lógicamente menos
que al tiene un contrato a tiempo completo.
3.- Indefinición de las
funciones de los servicios de bomberos. Esto es muy cierto. Posiblemente en
este aspecto, esta Ley sea la peor de todas las leyes de bomberos y emergencias
que se han aprobado en España (creo que son 13). Incluso se contradice en el
título de la propia Ley que dice ser de los servicios de “prevención” y luego
esta función no es recogida taxativamente en el articulado de la Ley. Supongo
que había intención de legislar en este sentido pero algún obstáculo en la
negociación entre las administraciones competentes produjo una deriva hacia en
esta chapuza.
4.- Poca representación
sindical en la comisión de coordinación. Hay un miembro en representación
de las centrales sindicales. Dicen que es poco. A mí me parece excesivo, pues a
los sindicatos les puede corresponder la defensa de los derechos de los
trabajadores pero no entiendo que la Ley les atribuya funciones de coordinación
entre las administraciones públicas por el hecho de darles participación en
esta comisión. Aunque teniendo en cuenta que la comisión es tan solo un órgano
consultivo sin carácter vinculante es una cuestión poco relevante.
5.-Formación centralizada.
Esta crítica sindical resulta incomprensible. Lo deseable es que se centralice
la formación de todos los cursos de nuevo ingreso y de ascensos. El modelo de
que cada uno se forme a los suyos es inviable, supone un esfuerzo imposible y
que produce una atomización de criterios y falta de homogeneidad en Euskadi. Un
bombero de Euskadi deber tener la misma formación sea de donde sea. No es
lógico que los de un servicio grande tengan un curso de nuevo ingreso de 6
meses porque tienen capacidad para ello y otros reciban formación en seis
semanas porque son un pequeño servicio. Es uno de los mayores avances de la
Ley.
6. No hay reclasificación
de los grupos de las categorías profesionales. Eso no es cierto. No
entiendo que se pueda mentir tan alegremente. La ley además de cambiar los
nombres de cabo y sargento por los de jefe de dotación y jefe de equipo (no sé
si este cambio es una mejora) también clasifica a los bomberos en el grupo C1
(antes C2). Lo que no hace la Ley es elevar el grupo de forma automática al
grupo retributivo superior. Está bien que se quiera ganar más por hacer lo
mismo, pero la administración tiene sus reglas y para cambiar de grupo se deben
cumplir unos requisitos de promoción, formación y titulación académica.
¡Afortunadamente!
Por cierto, si la Ley no se aprueba, el nivel C1, tan reivindicado
para el puesto de bombero, volverá a quedar en el limbo.
En resumen, la movilización sindical con el lema “NO a la privatización” se trata de una burda
manipulación. Estoy convencido de que la mayoría de los asistentes a la manifestación
no se han leído el anteproyecto de Ley y han sido influenciados con razonamientos
adulterados demagógicamente (entendiendo por demagogia la práctica consistente en ganarse adeptos o el
favor popular).
¿Es una buena Ley?
Al margen de los alegatos sindicales, debemos preguntarnos si
desde la perspectiva Para responder a esta pregunta hay opiniones de todos los
gustos. Hay quien opina que si se aprueba esta Ley que no es del todo buena se
tardará al menos 8 años en rectificar los aspectos peor regulados.
Yo, en cambio, pienso que la Ley supone un avance sobre la
regulación anterior y por lo tanto se trata de una mejora. Le veo unos cuantos
aspectos positivos como la eliminación de las escalas.
Algunos de los aspectos muy positivos que yo le veo a esta Ley
son:
-
Escala única. Tener varias
escalas es una mala herencia del pasado, fruto del corporativismo, por no
llamarlo clasismo, y proporcionaba más problemas que soluciones. Siempre he
creído que en la organización y estructura de los servicios de bomberos de la
administración, solo debe haber una única escala desde el nivel más bajo hasta
la jefatura o dirección, lo que facilitará el recorrido y ascenso mediante la
carrera profesional, haciendo posible la promoción directa sin más barreras que
las de las exigencias académicas legales para los funcionarios.
-
Separación de la regulación de los servicios de bomberos de la Ley
de emergencias de Euskadi (como estaba
hasta ahora) por lo que las ulteriores modificaciones serán más sencillas.
Aunque quizás hubiese habido otra opción que es regular todos los servicios de
emergencia en una gran Ley de Emergencias.
-
La formación centralizada en una única
academia vasca de emergencias es un gran logro por el que hemos venido
aspirando y reivindicando todos los servicios de bomberos de Euskadi desde hace
décadas.
-
Recoge la
figura de bomberos auxiliares
dependientes de las diputaciones para desempeñar funciones a tiempo parcial en
zonas rurales. Es un gran avance para parecernos a los países más avanzados de
Europa mejorando la protección de los ciudadanos en las zonas de escasa
población.
-
Regula el número de identificación profesional
que deberá mostrarse en la uniformidad. Es bueno que los empleados públicos estemos identificados ante los ciudadanos a los que servimos.
-
Se regulan
aceptablemente bien los bomberos
voluntarios (altruistas) y su formación. La Ley no inventa estos voluntarios que existen con amplia tradición en Euskadi y está bien que se regule su constitución, su función, su formación, su seguro, etc.
-
Regula los bomberos de empresas e industrias que
ya estaban regulados en otras CCAA y no en Euskadi.
-
No sé si la “segunda actividad” es una gran idea
pero opino que es mejor tenerla regulada en la Ley.
|
Euskadi es la comunidad autónoma pluriprovincial que más invierte en sus servicios de bomberos |
Comunicado de la APTB (2)
Con motivo de la tramitación parlamentaria de esta ley y de las
protestas sindicales que se están produciendo la Asociación Profesional de
Técnicos de Bomberos ha elaborado un comunicado en el que expresa unos cuantos
postulados. Es la primera vez que la APTB, una entidad de reconocido prestigio
técnico en el ámbito profesional de la emergencia en España, en sus 25 años de historia, divulga un
comunicado sobre una Ley que está elaborando un Gobierno de una comunidad
autónoma.
Comparto la mayoría de las afirmaciones expresadas por APTB, pero las juzgo innecesarias e inoportunas en el comunicado pues están en sintonía con la misma filosofía que inspira la propia Ley, pero por el hecho de mencionarlo en el comunicado se da la impresión de que la ley dice lo contrario de lo que se afirma. Sin embargo, me permito discrepar en algunas cuestiones de forma y en otras de
fondo, y que ahora expongo:
-
Me he leído la
Ley y afirmo rotundamente, en contra de lo que dice el comunicado, que esta
Ley no abre la puerta a bomberos de gestión privada en ninguno de sus artículos, se mire por
donde se mire. Otras leyes como las de Cataluña y Madrid también dicen que se
podrá contratar personal laboral en algunas circunstancias y no por eso la APTB
las acusa de abrir la puerta a los bomberos de gestión privada. Así pues, esta
afirmación es incorrecta.
-
No entiendo a
qué viene la alusión al modelo de voluntarios de protección civil que no tiene
nada que ver con esta Ley y que, por cierto, puestos a criticar una Ley, la APTB
se ha perdido una estupenda oportunidad para expresar su opinión sobre la
Ley del Sistema Nacional de Protección civil y de paso sobre los voluntarios de
protección civil.
-
Me parece estupendo
que por primera vez en España una entidad de la emergencia como la APTB realice
un postulado tan taxativo como “que la atención a la población con bomberos
profesionales haya de tener tiempos de respuesta de 10 minutos en áreas urbanas
y de 20 minutos en áreas rurales”. Pero, apuntarlo en este comunicado
está fuera de lugar por ser Euskadi la única comunidad autónoma en la que esto
casi se cumple. Esto habría que exigirlo a los gobernantes de algunas comunidades
y provincias donde aún hay tiempos de respuesta superiores a una hora.
Por otra parte, no acepto el principio de los 10 minutos en zonas urbanas y 20 minutos en zonas rurales. Defiendo que se han de mejorar estos tiempos propuestos mediante bomberos asalariados y voluntarios (todos ellos muy profesionales) para que el tiempo de respuesta sea casi siempre inferior a 10 minutos para todos los ciudadanos vivan donde vivan. Para esto, es necesario entender que los bomberos profesionales a tiempo parcial son la mejor solución que han encontrado los países europeos más ricos y con más calidad de vida y servicios sociales, como Noruega, Suecia, Dinamarca o Finlandia. Ver el artículo “Modelos de Bomberos en Europa”.
De todas formas me parece un poco tarde para criticar la Ley desde
una asociación que podría haber participado en su elaboración como se ha hecho
en otras CCAA. Habría sido mucho mejor que la APTB hubiera presentado al
gobierno vasco sus alegaciones durante el trámite de exposición pública en vez
de esperar a este momento para airear sus críticas.
Final
Como la mayoría de las críticas que hemos visto no tienen sentido y la Ley goza de un amplio consenso político, lo lógico es que siga su trámite parlamentario y sea aprobada sin mayores obstáculos; y los servicios de bomberos de Euskadi y sus ciudadanos saldrán ganando.
Publicado el
23 de julio de 2015.
OTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS