Uno de los lemas más
utilizados últimamente en las movilizaciones de los sindicatos de los bomberos
es “Contra la precarización”. Este eslogan puede estar bien como reclamo ante los
bomberos para hacer saltar la chispa de la revuelta, pero en algunos sitios(1)
se ajusta poco a la realidad, y desde el punto de vista de la comunicación
puede ser útil para atraer la atención de los medios pero se desmorona
enseguida.
La fotografía de la
cabecera del artículo corresponde a una pancarta situada en la puerta del
parque de un servicio de bomberos de Euskadi. Pues bien, el otro día, una
persona que conoce las condiciones laborales de ese servicio de bomberos me
decía a la vista de la pancarta que ese
letrero era un insulto a los ciudadanos(2).
Pues
sí, el primer lema que fue “contra la privatización de los servicio de bomberos”
lo han abandonado pues tal falsedad no resiste el más mínimo análisis (es la
única Ley de todas las de las CCAA que dice expresamente que el servicio no
será prestado mediante gestión indirecta) y no se lo traga nadie, así que ahora
han encontrado una nueva consigna igual de insostenible: “la precarización”.
Qué es precarización
A propósito del mensaje “NO
A LA PRECARIZACIÓN” opino que la palabra "PRECARIZACIÓN" no está bien elegida para la
protesta (no sabría decir contra quién) que están llevado a cabo los sindicatos
en Euskadi. Los bomberos funcionarios de Euskadi no conocen lo que es la
precariedad.
Precarización
es lo que han sufrido los trabajadores no funcionarios afectados por los EREs, que
han padecido despidos, bajadas de salario del 40% para mantener los puestos de
trabajo, o tener que hacer más horas extras sin cobrarlas para que la empresa
no cierre... lo que ha provocado problemas para pagar la hipoteca, o el alquiler,
o el colegio de los niños, etc., etc.. Cualquier sindicato, y cualquier
sindicalista que tenga contacto con otros trabajadores que no sean de la
administración conocen esto. Desde 2010 se han realizado muchísimos recortes presupuestarios
en nuestra sociedad, sobre todo en Sanidad y en Educación, pero no en los servicios
de bomberos; se han cerrado escuelas, se han cerrado centros de salud, plantas
enteras en los hospitales, se han anulado contratos de interinos de maestros de
médicos y de enfermeros, pero no se han cerrado parques de bomberos no se han despedido
bomberos por no tener presupuesto, es más se han seguido abriendo parques de
bomberos. Desde este punto de vista, estamos ante un sector privilegiado, aparte
de la congelación salarial y de la retención de una paga extra, no ha habido
apenas incidencia de la crisis como en el resto de la sociedad. No ser
conscientes de esto nos convierte precisamente en eso en “inconscientes”.
Me imagino la cara de
estupefacción del periodista (afectado por la crisis de económica y la crisis
de los medios de comunicación, tan grave como la de la construcción), con un
contrato en prácticas o becario precario, a pie de calle, entrevistando a los
bomberos y sindicalistas que denuncian la pretendida precariedad a la que les
va a llevar la Ley de bomberos de Euskadi, periodista, que por supuesto se ha
informado antes de ir a la “manifa” de los sueldos y otras condiciones
laborales de los bomberos funcionarios.
¿Un malentendido?
Me decía una persona
en las redes sociales, al parecer vinculada con esta campaña, que: “La precarización no se refiere al
bienestar de los bomberos, ni a sus condiciones laborales (…) O lo hemos
explicado mal, o se quiere entender mal para confundir a la ciudadanía”.
Veamos un
ejemplo: Si los ciudadanos leemos en un periódico o en una
pancarta mostrada por unos trabajadores: NO A LA PRECARIEDAD EN AENA todos entendemos que se refiere a los
trabajadores y no a la empresa, ni a los aviones, ni a los viajeros, ni al
servicio que prestan. Lo mismo pasa cuando se pone una pancarta que dice “No a
la precariedad en bomberos”, ¿Por qué va a ser diferente una y otra pancarta?
Los ciudadanos van a entender lo mismo en ambos casos.
Pues no, me temo que no se han explicado mal, creo que han dicho lo que
querían decir “PRECARIEDAD” y así lo han entendido los medios de comunicación y
así se lo han contado a la sociedad, a los lectores, como se ve en los recortes
de prensa de la imagen. Hablan de la precariedad de las condiciones laborales,
que por supuesto es lo que les corresponde defender a los sindicatos, y que
ojalá lo sigan haciendo con éxito durante muchos años. El problema es que se han equivocado y cuando se les
reprocha el “mensaje” que han utilizado se dan cuenta de que socialmente es inadmisible
y lo quieren corregir o reinterpretar.
Carrera de despropósitos
Parece que en la pugna por ser
más extemporáneos han iniciado una carrera de despropósitos. Leo textualmente
en el último comunicado de otro sindicato competidor, que el texto de la Ley “pone en peligro la seguridad pública y la
de los propios trabajadores y sus condiciones laborales”. ¿Saben acaso lo
que dicen? Ignoro cuál puede ser la causa de tal desvarío, pero desde luego es
un verdadero disparate.
Por favor, no podemos hablar de
precariedad de forma tan banal, muchos vecinos de nuestros municipios, saben de
las buenas condiciones laborales y salarios de los funcionarios-. Los bomberos
que denuncian precariedad deberían saber que en los últimos 5 años han caído
las intervenciones el 30%. Eso en una empresa habría supuesto un reajuste de la
plantilla y un ERE para el 30% de su plantilla de forma automática, pero eso en
la administración no se hace, porque los funcionarios tenemos ese derecho-privilegio
del trabajo estable, aunque se caiga el mundo. Y así seguirá siendo con la
nueva Ley que perpetúa y sacramenta que los bomberos sean funcionarios, como
ahora, por lo que seguiremos teniendo trabajo fijo hasta la jubilación.
Habrá
motivos para protestar contra la nueva LEY -no lo quiero discutir (ya traté este
asunto de la nueva ”Ley de bomberos de Euskadi” en un artículo anterior)-, cada
uno sabrá los suyos, pero, desde luego la precariedad no es uno de ellos. Para quién no
conozca el dato: Euskadi es la comunidad autónoma pluriprovincial del Estado, que más invierte en sus servicios de bomberos, así que hablar de
precariedad de los servicios parece un chiste malo y hablar de la precariedad de los bomberos funcionarios con salarios brutos anuales de más de 40.000 € resulta de mal gusto.
POR
FAVOR, un poco de respeto a nuestros conciudadanos.
(1)
Ya he escrito muchas veces sobre la heterogeneidad de los
bomberos españoles, y sabemos que no es posible meter a todos los bomberos en
el mismo saco a la hora de reivindicar condiciones laborales. En algunos
lugares se encuentran bomberos que su salario es menos que la mitad que en
otros sitios. Y hay zonas con parques con mucho personal y otras zonas con
personal muy escaso, o algunos que tienen tiempos de respuesta por debajo de 10
minutos y en otros es superior a una hora. Tampoco el nivel de vida es el mismo
en todas partes por lo que sería injusto comparar solamente el salario sin tener esto en cuenta.
(2)
Estos
bomberos que claman por un servicio no precario, disponen de unas modernas y
confortables instalaciones y la dotación de respuesta a los incendios más
completa de España, consistente en 17 miembros, mientras que en la mayoría en
las capitales suele ser entre 9 y 10.
Publicado el 26 de octubre de 2015
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