Supongo
que todos nosotros cuando viajamos aprovechamos la ocasión para observar hechos
y aspectos relacionados con nuestra profesión. Los miembros de los servicios de
bomberos y los profesionales de la prevención y protección contra incendios no somos ajenos
a este fenómeno.
La semana pasada estuve unos días en la isla de Tenerife.
Me alojé en el Hotel Sol Tenerife en Playa de las Américas en el municipio de
Arona. No voy a hablar de mis vacaciones ni de las deficiencias de los hoteles de cuatro estrellas en Canarias, sino de un hecho relacionado con la
protección contra incendios que observé en dicho hotel.
Como puede verse en la fotografía que ilustra la cabecera
de esta entrada del blog, el detector de incendios se encuentra situado en el techo junto al armario. Y
no quiero decir cerca del armario, sino literalmente junto al armario, a menos
de un centímetro de este, contraviniendo no solo la normativa de PCI sino las
más básicas y elementales buenas prácticas que cualquier instalador de
protección contra incendios debe conocer (al menos 10 cm de separación de la pared). No se me ocurre un fallo más burdo en
detección de incendios; es como si el fontanero hubiese montado el grifo de
agua lejos del lavabo. Este detector así colocado no solo denota la torpeza e
ignorancia de quién lo instaló sino que pone de manifiesto una gran cadena de
fallos en materia de protección contra incendios en esa comunidad, en esa isla
y en ese municipio.
Como el hotel es bastante antiguo, creo del año 1979,
cuando en España no existía ninguna legislación de protección contra incendios,
es de suponer que en alguna reforma del mismo se ha instalado la detección de
incendios y ha debido ser en ese momento en el que se ha cometido el error. Este
fallo tan flagrante ha dejado en evidencia al arquitecto director de la obra de reforma del
hotel, al aparejador, a la empresa instaladora del sistema de detección, al
ingeniero que diseño el proyecto de instalación y lo firmó, al empleado que
colocó con sus manos el detector,
a los servicios de inspección del departamento de Industria de la
Comunidad Autónoma, al Gabinete de Seguridad e Higiene del Gobierno de Canarias
que en virtud de un cambalache técnico-jurídico-político se hizo con esta
competencia de seguridad hotelera (aunque en realidad pertenece a los
Cabildos), al Consorcio de bomberos de Tenerife, que ha desmantelado su
departamento de prevención de incendios y que probablemente no ha inspeccionado
dicho hotel, al servicio municipal responsable de la concesión de la licencia,
que aceptó como bueno el proyecto sin inspeccionar la instalación “in situ”, y
naturalmente al responsable de instalaciones protección contra incendios (si es
que existe) o de seguridad (suele ser un policía con escasos conocimientos de
PCI) de la cadena hotelera que lo explota, por no haber hecho su tarea. Y
también deja en mal lugar al director del hotel y al jefe de mantenimiento del
mismo.
Las Islas Canarias es uno de los principales destinos para
el turismo europeo de calidad y emblemático para la industria turística
española y este mal ejemplo dice bien poco de la calidad de la protección
contra incendios en España y de las autoridades canarias competentes.
Hay quien puede pensar que no es para tanto, que fallos
así se ven continuamente y esto es cierto. De hecho, la revista Prevención de
incendios de APTB, nos sorprende cada número con una imagen de este tipo en su
sección “Chapuzas de la PCI”, pero, lo que me ha llamado la atención es verlo
en un hotel de cuatro estrellas del grupo Sol Meliá que es una de la
principales cadenas hoteleras del mundo, la primera en hoteles vacacionales y lider
mundial en Sudamérica y en el Caribe. Una anécdota de estas características la
hace merecedora de estar
clasificada entre las últimas, en materia de seguridad contra incendios. Ya sé
que no todos los hoteles ni algunas de las ocho marcas del grupo Sol
Meliá en su puerta (Tryp, Sol, Meliá, ME, etc.) son propiedad del grupo y que
se gestionan en virtud de distintos acuerdos de explotación, pero antes de
poner su prestigioso nombre habrían de cuidar estos detalles. Para ello
deberían contar en su plantilla con auténticos expertos de protección contra
incendios que
vigilasen e inspeccionasen de verdad y con regularidad los cientos de hoteles
de la cadena para detectar los más leves fallos de seguridad contra incendios.
Los que nos dedicamos a esto de la prevención de incendios
ya conocemos que los hosteleros españoles nunca han destacado por su
sensibilidad en los asuntos de los incendios. De hecho gran parte de la mejora
de la seguridad contra incendios en los hoteles españoles ha sido gracias a las
presiones y exigencias de los grandes turoperadores europeos. Cuando la APTB ha organizado las Jornadas
Internacionales de Seguridad contra Incendios en Hoteles SEGURHOTEL (Palma de Mallorca -1994-, Gran
Canaria -2002-, Valencia -2006- y Mallorca-2010-) lo que más costó fue
conseguir la colaboración de las grandes empresas hoteleras, y la
representación del gremio hotelero fue escasísima entre los asistentes, como si
fuese un tema que no les interesaba. En las últimas Jornadas de Mallorca en
octubre de 2010 la patronal hotelera balear puso numerosas trabas para que no
se celebrase, adhiriéndose a última hora a la vista del apoyo institucional con
que contaban las jornadas, aunque declinaron presentar una ponencia para
exponer sus puntos de vista. Sabemos bien que la Administración Turística del
Estado –que de incendios sabe poco o nada- se opone continuamente a nuevas
regulaciones europeas de seguridad contra incendios en hoteles y en Bruselas
votan en contra de estas iniciativas. ¡Qué lástima! Siendo España una potencia
mundial en Turismo debería ser también lider en la protección contra incendios
de los establecimientos turísticos. Otra oportunidad perdida para la Marca
España.
En
cualquier caso, no tiene justificación que nadie haya visto este fallo antes
que yo, que pasaba por allí por casualidad.
Publicado el 16 de dicembre de 2014
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY luego nos preguntamos como pudo salir ardiendo un negocio si tenia sistema contraincendios, pues en tu articulo tenemos la contestación gráficamente, claro después de un incendio nos es imposible saber como estaban colocados los detectores, sobre todo si ha colapsado su cubierta, dejándonos pocos por no decir ningún vestigio de su ubicación.
ResponderEliminarHay siniestros que te preguntas como pudo generarse un incendio sin que el detector/es hallan saltado, pero el sistema estaba activado por que saltó la sirena, pero cuando el incendio ya estaba generalizado.
En fin, errores siempre habrá, pero hay que minimizarlos y si es una instalación tan importante para la vida como es la de contraincendios más todavía, tendría que hacerse mucho hincapié en conseguir 0 errores.
Gracias Javier por este articulo, me interesa mucho tu blog, es ilustrativo e interesante para todo aquel identificado con la seguridad contraincendios.
Un saludo y quedo pendiente del próximo articulo.