lunes, 22 de junio de 2015

Modelos de Bomberos en Europa

Hace un par de meses se celebró en Barcelona un encuentro de expertos de Bomberos de varios países europeos. Como colofón a este encuentro, el día 27 de marzo hubo una jornada abierta en la que los expertos dieron cuenta del modelo existente en su país y se dieron a conocer las conclusiones del trabajo realizado. Esta interesante jornada, a la que tuve ocasión de asistir, la percibí como una continuación de unas Jornadas técnicas internacionales de corte similar que, organizadas por APTB y la Agencia Gallega de Emergencias se celebraron en Santiago de Compostela en el año 2008. Voy a comentar en este artículo las tendencias que aprecio en Europa en organización de servicios de Bomberos en los siete años que han transcurrido entre ambos eventos.
 
En primer lugar debemos felicitar a Fran Echeverría(1) por el inmenso esfuerzo que ha realizado para coordinar este grupo de expertos(2), todos ellos provenientes de servicios de bomberos de Europa y agradecerle que la Jornada final con las conclusiones se celebrase en Barcelona, posibilitando que unas doscientas personas interesadas del Estado español pudiésemos asistir, lo que no habría sido tan fácil si la reunión final se hubiera celebrado en cualquier otro país de la Unión.
 
La jornada
La Jornada se organizaba en el marco del Programa de intercambio de expertos en materias de Protección Civil de la UE dependiente del “Directorate General for Humanitarian Aid and Civil Protection, DG ECHO”. En la misma participaron como ponentes responsables de servicios de bomberos presentando datos de la organización de Bomberos en 12 países europeos: Inglaterra, Irlanda, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Chequia, Eslovenia, Bélgica, Francia, Alemania y España, más los datos de Cataluña.


La jornada estuvo muy bien estructurada con presentaciones consecutivas del representante de cada país agrupadas por lotes, así como la realidad en el Estado español y el modelo de Cataluña, disponiendo para ello de traducción simultánea de los idiomas catalán, castellano e inglés. Gracias al trabajo previo del grupo de expertos la exposición de datos tuvo un formato muy homogéneo por lo que eran fácilmente comparables. El inconveniente, como siempre en este tipo de jornadas, de un solo día de duración es que la información es tanta y tan densa que uno acaba perdiéndose en la “macedonia” de los datos expuestos y no acaba sabiendo con precisión quién dijo qué.
 
Conclusiones
Además de las exposiciones, se leyeron las interesantes conclusiones fruto del trabajo del intercambio del grupo de expertos que pueden leerse en el artículo “Modelos de servicios de bomberos en Europa” publicado en bombers.cat 



* En U.K. (Reino Unido) solo hay un parque de bomberos voluntarios en Peterborough(Cambridgeshire)

La conclusión más evidente es que ninguno de los países "llamados desarrollados" tiene un sistema de protección basado exclusivamente en bomberos asalariados a tiempo completo permanentemente durante 24 horas; la razón es evidente, ningún país, por rico que sea, se lo puede permitir.
  
Tendencias
Aparte de las conclusiones ya mencionadas y que no voy a repetir, me voy a centrar en unas cuantas tendencias que he observado a partir de los datos que han presentado los ponentes:  
 
Primera
Lo que me ha llamado más la atención es que en toda Europa se habla con normalidad de los bomberos voluntarios retribuidos, lo que para nosotros había sido un tema tabú. Ahora en Europa se distingue entre cuatro tipos de bombero:
-          el bombero retribuido a tiempo completo,
-          el bombero retribuido a tiempo parcial,
-          el bombero voluntario retribuido
-         y el bombero voluntario altruista sin ninguna percepción económica. 
 
Segunda
Como consecuencia directa de la reducción de la siniestralidad, se aprecia una paulatina reducción del número total de bomberos, debido a la disminución del número de bomberos voluntarios y también debido a la reducción de bomberos asalariados a tiempo completo. Sin embargo, aumenta el número de bomberos asalariados localizados (tiempo parcial).
 
Tercera
Desde hace varias décadas se vienen realizando uniones y unificaciones entre servicios de bomberos. Esta tendencia se está viendo favorecida por la reducción de entes administrativos (menos municipios, menos comarcas, menos condados, etc.) por lo que se está intensificando la integración de servicios, que cada vez son menos, con mayores coberturas territoriales y más eficientes.
 
Cuarta
Se impone definitivamente el modelo de muchos parques de bomberos repartidos por la geografía acercándolos a la población. La eficiencia se obtiene por disponer de medios y personal capacitado (asalariados localizables o voluntarios) cerca de los riesgos a proteger.
 
Quinta
Otro de los aspectos digno de destacar en los cambios producidos en varios países es la implantación de la jornada laboral de guardias de 12 horas. Hasta hace poco, el régimen laboral más extendido era el de guardias de 24 horas.
Ya se hacen guardias de 12 horas en Bélgica, Irlanda, Reino Unido, Eslovenia, Noruega, y Suecia.
Sexta
Aunque sigue avanzando en Estados unidos, en Europa no se ha desarrollado la externalización de servicios -mal llamada privatización- excepto en Dinamarca que sigue con el sistema FALCK. Habrá que observar que es lo que ocurre en los próximos años. 
 
Séptima
Es cada vez más frecuente realizar la planificación de la organización de los servicios y coberturas en función de los costes y proponiendo ahorros económicos para evitar gastos innecesarios a los ciudadanos.

Como es fácilmente reconocible al dar un vistazo a la tabla, los servicios de bomberos en Europa son absolutamente heterogéneos y difícilmente comparables por su distinta organización, composición, cobertura territorial, por su  tradición y cultura y sobre todo por las diferentes competencias y distintas funciones que prestan a sus sociedades. La normalización europea no ha llegado a estos servicios. A modo de colofón se puede añadir que no hay ninguna regulación europea sobre los servicios de bomberos o rescate que normalice la respuesta de estos servicios a los ciudadanos. Como se suele decir, en este asunto, la Comisión europea, ni está, ni se la espera.
 
(1)     Francisco Echeverría es oficial de Bomberos de la Agencia Navarra de Emergencias. Ha sido secretario de asuntos internacionales de APTB. Coordinador de varios proyectos europeos relacionados con  la gestión de emergencias. Ha ocupado el puesto de Director General de la Agencia Gallega de Emergencias –AXEGA- y Director General de Pompiers d’Arán.
(2)   Todos los expertos participantes son miembros de FEU –Federation of the European Union of Fire Officer Associations (Federación europea de oficiales de servicios de bomberos)- de la que forma parte la APTB.  

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Fecha de publicación, 29 de junio, 2015.

 

martes, 16 de junio de 2015

Parte de actuación (II)

 Si la sociedad ha encargado a los servicios de bomberos la misión de protegerla de los incendios y otros riesgos, tenemos también la obligación de conocer las causas que producen las muertes y tomarnos unas pocas molestias para recoger los datos necesarios para poder llevar a cabo esta misión. En el artículo “Nuevo paradigma en emergencias” me atrevía a afirmar que "un muerto en un incendio es el mayor fracaso que le puede ocurrir a un servicio de bomberos y los fracasos hay que registrarlos, anotarlos y documentarlos muy bien para que no vuelvan a suceder".

En la primera parte de este artículo trataba de las cuestiones generales de los partes de actuación, en esta segunda entrega se proponen las particularidades del parte cuando ha habido víctimas.
 
Una memoria o estadística de los servicios de bomberos no estará completa sino se recogen todos los datos relativos a las víctimas, lesionadas o fallecidas, en nuestras intervenciones.

Es verdad, y así me consta que desde que la APTB comenzó a recabar datos para elaborar el primer estudio “Víctimas de incendio en España 2010” muchos servicios de bomberos se están habituando a recoger con más rigor datos sobre las víctimas y son bastantes los que han incorporado estos registros en sus programas informáticos de gestión de partes. Así pues ya vamos mejorando.
 
Parte adicional de víctimas
El principal indicador en el mundo de los servicios de bomberos no debe ser el número de incendios ni el número de bomberos que hay en un territorio, sino el número de víctimas (muertos y heridos) que se producen cada año, esto nos proporcionará la mejor referencia de si nuestra sociedad es más o menso segura.  No estaría de más que cuando se produce un muerto en un incendio, al margen del escueto parte de intervención cifrado se elaborase un parte adicional con la mayor profusión de datos que aporte información sobre las víctimas: edad, sexo, movilidad, lugar en que se encontraba, así como todas las circunstancias que han rodeado el suceso y que han producido el fatal desenlace.

Afortunadamente, las víctimas de los incendios son pocas, con lo cual estos partes especiales serán escasos, apenas unos pocos partes al año de heridos y un parte anual de víctimas mortales por cada 200.000 habitantes por lo que su elaboración y seguimiento no ha de suponer demasiado esfuerzo. ¡Hacer esto es hacer prevención! Si no se sabe dónde, cuándo, cómo y porqué se producen las víctimas en nuestra ciudad ¿cómo se van a adoptar las medidas correctoras para evitarlas?
 

Parte descriptivo: como si proyectasemos la escena en una pantalla
Guía para la redacción del informe de incendios con víctimas
Propongo que nos planteemos la redacción del informe de víctimas de incendios como si tuviésemos que escribir un artículo periodístico en el que el objetivo es que el lector se forme la idea más aproximada posible de lo que ha ocurrido. Con este formato descriptivo conseguiríamos que cuando el concejal, alcalde, diputado, presidente del consorcio, o un ciudadano lea nuestro informe sobre el incidente sepa de la manera más fiel posible lo que ocurrió, dónde ocurrió, porqué ocurrió, cómo ocurrió y a quién ocurrió: como si estuviesemos proyectando lo sucedido en una pantalla.
 
Desde esta perspectiva los datos básicos que debe de recoger un informe sobre un incendio con víctimas han de ser los siguientes:
 
·         Por supuesto los datos del siniestro, si se trata de un incendio o una explosión (de gas butano o gas natural). A continuación, identificar el lugar del siniestro (población, provincia y dirección postal), para situar el suceso. Si se trata de un siniestro al aire libre indicar el tipo de paraje (urbano, rural, campo, carretera, forestal, etc.), si es en el campo o en la calle, en un vehículo, un transporte, un incendio forestal (de bosque o matorral). Si es en un edificio habrá que indicar el uso del edificio (Administrativo, Docente, Comercial, Vivienda, Residencial, Hotel, Hospitalario, Aparcamiento, Archivo o almacén, Uso Industrial, Pública concurrencia, etc.) o si se trataba de una infravivienda. Además, cuando tenga lugar en un establecimiento comercial, se debe recoger el nombre del comercio, hotel, o lo que sea. Ignoro la causa por la cual, a veces, se omite este dato tan significativo del local siniestrado.

Después, se ha de situar el suceso en el tiempo, fecha y hora. También puede ser práctico indicar si es de día o de noche. (Por ejemplo, a las 19:30 horas puede ser de día o de noche dependiendo del país donde ocurre el siniestro y también depende de si es verano o invierno. No es lo mismo evacuar 100 personas de un edificio a las nueve de la tarde con luz diurna en el mes de julio en España, que es de día, que a las 9 de la noche en diciembre, con absoluta oscuridad y a 2 grados bajo cero. La idea que percibe el lector del parte, con este dato, es muy diferente). Por supuesto se debe indicar a qué hora se dio por terminada la intervención. Esto da idea de la envergadura del siniestro; algunos se resuelven en media hora y otros en 14 horas. Este dato puede resultar un mejor indicador qué el número de bomberos o vehículos que asistieron pues a veces se movilizan muchos medios que no intervienen. 

·         Se deben reseñar todos los datos posibles sobre las circunstancias que han rodeado al incendio, número de plantas del edificio siniestrado, planta en la que ocurre el incendio y por qué y cómo se ha originado el incendio y en qué zona del edificio se inicia y a dónde se ha propagado, así como cuáles han sido los daños que ha producido el incendio y la causa probable del incendio. Ejemplos: destruida la habitación en que se produjo el incendio y daños por humo en el resto de la vivienda y en la escalera; o, todo el edificio destruido; destruidas planta baja y daños graves en las dos plantas superiores. Se puede distinguir entre incendio accidental e intencionado (mejor indicar intencionado que provocado: todos los fuegos son provocados). Suelen ser muy esclarecedoras las informaciones facilitadas por los propios afectados. También debemos recoger si se produjo, o no, la evacuación del edificio, quién la ordenó y cuántas personas fueron evacuadas. 

·         En cuanto a los datos de la víctima o víctimas, los más relevantes son:
• si ha habido, o no, víctimas y si estas han sido muertos o heridos (lesionados)

• la nacionalidad, el sexo y la edad.

• las lesiones (quemaduras, intoxicación por humo o gases y traumatismos, infarto, etc.)

• parte del cuerpo lesionada.

• si han sido atendidos “in situ” (ambulancia) o si han sido trasladados al hospital.

• si padecen algún tipo de discapacidad (silla de ruedas, muletas, mudez, sordera o ceguera)

• si la víctima vive sola o acompañada.

• el lugar en el que se encontraba en el momento del incendio, qué estaba haciendo la víctima y dónde se encontró el cuerpo.

• el tipo de ocupante del edificio (habitual u ocasional)

• si es un miembro de los servicios de emergencia (bombero, policía, sanitario, rescatador)

• y si se trata de un accidente laboral (cuando sean trabajadores en el lugar del incendio)

• en víctimas mortales es muy importante recoger la causa probable de la muerte. Se debe hacer seguimiento con el Instituto de Medicina Legal para plasmar la causa exacta de la muerte. Hasta conocer este dato solo podremos poner la causa probable de la muerte. (En el caso de víctimas fallecidas se debe indicar, además, el nombre de la víctima (no es un dato protegido(1)), de hecho, es habitual leer el nombre de los fallecidos en los periódicos y medios de comunicación.

Esta Guía podría protocolizarse para que fuese más fácil cumplimentarse e incorporarse a un programa informático de tratamiento de datos. Nos podrá resultar de utilidad para redactar informes solicitados por distintos organismos oficiales, juzgados o compañías aseguradoras, y para las notas informativas para los medios.
  
(1)     De acuerdo con el Real Decreto 1720/2007 de 21 de diciembre por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de protección de datos de carácter personal RDLOPD y según lo estipulado en su artículo 2, apartado 4: Este Reglamento no será de aplicación a los datos referidos a personas fallecidas.

Fecha de publicación, 17 de junio, 2015.
 
 

jueves, 11 de junio de 2015

Parte de actuación (I)

 
 El artículo "La competencia de investigar incendios" acababa concluyendo que se debe realizar una inspección meticulosa al escenario del incendio para saber bien lo que ha pasado, y obtener toda la información necesaria, de quién corresponda, para rellenar con precisión y veracidad todas las casillas del parte de actuación. En esta entrada del blog propongo algunas pautas para mejorar los partes de actuación elaborados por los servicios de bomberos y emergencias.(1)  
 
El espíritu con el que se rellena el parte de actuación suele estar más centrado en lo que nos pasa a nosotros que en lo que les pasa a los ciudadanos; el resultado es un parte muy endogámico-corporativo, casi todos los datos se refieren a nuestra actuación: nuestros vehículos, nuestro personal, nuestros materiales, nuestra forma de actuar, etc., olvidando que el objeto de nuestra actuación son los ciudadanos. Apenas recogemos datos sobre los ciudadanos que han sido víctimas de un siniestro, ni sobre lo que les ha pasado. La estadística actual que solemos elaborar está más dirigida a conocer nuestra actividad interna que a conocer el servicio que prestamos a los ciudadanos. 

A continuación realizo algunas consideraciones sobre los partes de intervención. 

Actuaciones urgentes y no urgentes
El concepto de “urgente” es evidente subjetivo por lo que ha de ser tipificado en el mismo momento de la recepción de la llamada. Aunque la calificación urgente puede haberse realizado de forma protocolaria es decir de forma previa, por ejemplo: todos los incendios serán urgentes; estaría bien revisarlo pues por ejemplo, podría darse el caso de asistir a un incendio ya extinguido con lo cual la salida no sería urgente. Esta tipificación de la urgencia es sumamente importante. La existencia del servicio de bomberos y su organización mediante un sistema de materiales y personas acuarteladas de forma permanente se debe a la necesidad de asistir de forma urgente a los ciudadanos que puedan estar en peligro, o sea de actuar en situaciones con urgencia. Las actuaciones no urgentes podrían ser llevadas a cabo por otras entidades sin la urgencia que se le exige al servicio de bomberos. En realidad, el dimensionamiento del servicio de bomberos debería planificarse en función de las salidas tipificadas como urgentes, no de aquellas demandas que podamos diferir o programar en el tiempo. También debería elaborarse una estadística referida en exclusiva a las actuaciones urgentes.

Actuaciones con y sin intervención. Falsa alarma.
Se debe establecer con precisión en el parte las actuaciones que han sido “con” o “sin” intervención no confundiendo las actuaciones sin intervención con las falsas alarmas. 

Muchas veces no se tiene claro qué es una falsa alarma. Por dar una definición sencilla podemos decir que ocurre una falsa alarma cuando la alerta o llamada que nos moviliza no se corresponde con un incidente que debamos atender.  

Veamos algunos ejemplos:
1.- Si nos llaman para apagar un incendio de un contenedor de basuras y si cuando llegamos el contenedor incendiado ya se ha apagado (solo o por alguien) no es una falsa alarma. El incendio se ha producido de verdad y en el Parte deberemos poner: Incendio sin intervención.
2.- Si nos llaman por un incendio de matorrales para su extinción y cuando llegamos nos informan que se trata de una quema controlada y autorizada, entonces, sí es una falsa alarma; no se trataba de un incendio sino de un fuego (recordemos la definición básica de incendio).
3.- Si nos llaman para rescatar a unas personas de un ascensor y cuando llegamos las personas ya han salido del ascensor, no es una falsa alarma, pues el hecho de quedar atrapados se produjo;  se trata de de una actuación sin intervención.
4.- Si nos llaman por que se ha avistado el humo de un incendio en una instalación agrícola y cuando llegamos se trata de polvo por la manipulación de productos agrícolas (gramíneas) entonces se trata de una falsa alarma. 
Seguro que a los lectores se les ocurren muchos más casos. 
 
Clasificación de siniestros
A falta de otro criterio mejor normalizado propongo para la clasificación de actuaciones seguir los criterios establecidos en el Parte Unificado de Actuación –PUA- regulado en el Real Decreto 1053/1985 de 25 de mayo sobre la ordenación de la estadística de los servicios contra incendios y de salvamento o al menos criterios muy similares. Así podremos comparar nuestras estadísticas y nuestras memorias con las de otros servicios, pues de otra forma no podremos comparar apenas datos. 
Debería iniciarse una revisión de la tipificación de los siniestros y las intervenciones para aclarar alguna de ellas, y crear algunas nuevas que hace años no venían clasificadas (avispa asiática), pero no parece que por el momento se vaya a hacer esto con carácter nacional. 

En el citado Real Decreto de ámbito nacional, se atribuye la función de la recogida de los datos del siniestro o intervención al servicio de bomberos competente en el lugar de actuación y se otorga la autoridad a este para recabar la información de otros servicios públicos y privados que hubieren participado en la actuación”. Se debe ejercer  esta autoridad para que los partes no queden incompletos.  

Lugar del siniestro
Casi nunca se da información sobre el lugar del edificio dónde ha ocurrido el incidente, hay poca precisión detallando el espacio, hueco o habitación de la casa donde se ha originado o actuado. 

Se debe obtener la máxima información sobre el siniestro, sus circunstancias (la ignición, la propagación y el lugar donde se ha producido) y sus afectados para poder elaborar estadísticas sobre la atención a los ciudadanos.

Víctimas
Por lo general, no se recoge información de las víctimas. Son muy pocas las actuaciones en las que nos encontramos victimas heridas y mucho menos fallecidas por lo cual la recogida de estos datos no supone un gran esfuerzo adicional, tan solo hemos de preocuparnos de registrar si ha habido víctimas, su número y que ha ocurrido con ellas. Además, se puede y se debería recabar toda la información necesaria a los otros servicios públicos o privados intervinientes. En la segunda parte de este artículo veremos qué datos hemos de recoger de las víctimas. 

Daños del siniestro
Este apartado no se suele rellenar, aunque puede ser de extrema utilidad a los ciudadanos que han sufrido un siniestro cuando tengan que afrontar o realizar alguna reclamación (propia o ajena) a las compañías de seguros o a terceros. Rellenar este dato supondrá un gran servicio a los ciudadanos.

Supervisión
No suele haber una revisión exhaustiva del parte y de su contenido por parte de los mandos supervisores,  lo que no motiva para que se completen adecuadamente. 

Con la lectura del parte, en pocas ocasiones se sabe con detalle lo que ha ocurrido y como se ha actuado. Se presenta la incongruencia de que muchos de los datos que no se han recogido en el parte se pueden leer en la prensa al día siguiente. 

Otros datos relevantes que deben recogerse en los partes
Otro dato relevante y con una carga humana importante es el de las personas salvadas por la intervención del servicio de bomberos y que de no haber sido rescatadas hubiesen sufrido graves consecuencias o la muerte. Este dato podría ser muy útil para exponer ante los ciudadanos los resultados de nuestro trabajo y la necesidad de nuestra actividad. Tampoco se recogen datos sobre el número de personas evacuadas en los incendios de edificios o en otras actuaciones. 

Información gráfica
La mayoría de los partes debería documentarse con imágenes fotográficas adjuntas al parte. Muchas veces es cierto que una imagen vale más que mil palabras. Estas imágenes pueden ayudar al jefe de la salida a elaborar el parte y al mando supervisor a conocer mejor los pormenores del incidente y de la intervención. 

Relaciones institucionales
Se deben mejorar las relaciones institucionales con los otros servicios públicos o privados intervinientes y establecer contactos fluidos para recabar información adicional para nuestros partes.

Transparencia
La adecuada y más completa cumplimentación del parte de intervención podría enmarcarse dentro de una política informativa y transparente a los ciudadanos.

Toda esta información tratada o sea las estadísticas elaboradas con los partes no solo deben hacerse públicas a toda la plantilla sino que debe hacerse accesible a los ciudadanos a través de la página web municipal y las redes sociales.
 
CONCLUSIONES
Tras las observaciones anteriores me permito enumerar un listado de propuestas que hemos de recoger y que nos ayudarán a mejorar los partes:

Con carácter general
-          Si se trata de una actuación Urgente.
-          Si ha sido una FALSA ALARMA (movilización para una intervención que no era real)
-          Si es: CON o SIN intervención.
-          Recoger la distancia recorrida desde el parque al lugar de intervención (podría ser automático).
-          Identificar el día de la semana en que ocurre la intervención (esto debería ser automático por parte de sistema informático).
-          Identificar el tipo de día: Laborable, festivo y víspera de fiesta (esto debería ser automático por parte de sistema informático).
-          Mejor clasificación e identificación del lugar al que se ha ido a prestar el servicio: Monte, Campo, carretera, vía pública, calle, finca, etc.
-          Identificación del edificio en el que se produce la intervención: Uso, altura del edificio, planta o altura en el que se ha producido o intervenido. Contemplar el uso de edificio en construcción.
-          Recoger mediante epígrafes protocolizados los otros servicios públicos o privados que han intervenido o presentes en la intervención.
-          Recoger los datos de personas rescatadas, evacuadas, atendidas y realojadas (al menos la cantidad).
                                        
Incendio
En caso de incendio, se debería recoger siempre con la mayor precisión posible:
-          La determinación del punto de origen, en que espacio, local o habitación del edificio se ha originado.
-          Las posibles causas del origen del incendio (Aunque no haya certeza de las mismas, se deben indicar las hipótesis más probables). Si hay duda entre dos posibles causas nada nos impide recoger esa duda por escrito, al menos así se descartan todas las otras causas imposibles.
-          El aparato que presuntamente haya podido provocar el incendio.
-          El material combustible que ha entrado en ignición.
-          Las circunstancias que hayan podido contribuir a la propagación. (Desorden o acumulación -síndrome de Diógenes-, inexistencia de puertas, falta de sistemas de PCI, materiales combustibles presentes, etc.).   

Partes adicionales
-          En caso de la existencia de víctimas -lesionadas o muertas- debería realizarse un parte complementario más completo que no sea necesario cumplimentar en todos los demás casos (en caso de incendio y de otro tipo de intervenciones).
-          En caso de accidente del personal propio: un parte complementario de accidente. 

Otros
También se debería recoger en el parte:
-          Si se debe avisar a otro servicio público, sanidad, policía, acción social, etc., para comunicar cualquier incidencia que les afecte a ellos.
-          Imágenes fotográficas. Sería un gran avance la incorporación de imágenes fotográficas al parte de intervención.

La segunda parte de este artículo tratará del parte específico o informe complementario cuando haya víctimas de incendio.  

(1)   Las recomendaciones de este artículo valen tanto para los servicios de bomberos como para las intervenciones similares de protección civil.

Fecha de publicación, 11 de junio, 2015.