martes, 14 de abril de 2015

Accidente y rescate en Marruecos


 
El trágico accidente de tres montañeros españoles  en el Atlas marroquí que se ha saldado con la lamentable muerte de dos de ellos, ha levantado una polvareda mediática sobre el asunto: acusaciones de asesinato, escasez de recursos, rescate chapucero, descoordinación, falta de colaboración de las autoridades españolas, etc., etc. Un par de semanas después del suceso analizamos los hechos y las reacciones producidas sin el apasionamiento de los primeros momentos.
 
Aprovechando la semana santa un grupo de nueve españoles salieron de Sevilla hacia Marruecos a finales de marzo para disfrutar de unas vacaciones que incluían la práctica de deportes de riesgo. Se separaron en dos grupos siguiendo rutas distintas quedando en reencontrarse el martes 31 de marzo. Los tres espeleólogos, Juan Bolívar, Gustavo Virúes y José Antonio Martínez se dirigieron por la cordillera del Atlas junto a un guía.
 
Llegado el martes, compareció tan solo el guía al lugar de la cita, la localidad de Taghrafet, por razones que se ignoran y el miércoles, 1 de abril, los españoles denunciaron a las autoridades de Marruecos la desaparición de sus compañeros notificándolo también al Consulado español en Casablanca. Al parecer, de forma inmediata las fuerzas de seguridad marroquíes iniciaron la búsqueda de los desaparecidos.
 
El jueves 2 y el viernes 3 de abril, la niebla existente limitó las actividades de búsqueda con helicópteros.
 
El sábado 4 de abril, por la mañana fueron encontrados en un acantilado en Uarzazate cuando Gustavo Virúes ya se encontraba muerto desde el momento del accidente. Las características del terreno no permitían el aterrizaje que se hubo de realizar a una hora de camino, aproximadamente (según fuentes del Ministerio del Interior). Al llegar al acantilado donde estaban los espeleólogos, se encontraron con un desnivel de 200 metros y la nieve y el estado en que se encontraban los españoles retrasó la operación de rescate hasta el domingo 5 de abril.
 
Los rescatadores marroquíes emplearon más de 24 horas para poner a salvo a Juan Bolívar, único superviviente, quién colaboró en su propio rescate, y fue atendido y trasladado al hospital.
 
El domingo 5 de abril, se informó que José Antonio Martínez había fallecido el sábado por la gravedad de sus heridas (fractura en una pierna y contusión en la cabeza).
 
Las autoridades españolas ofrecieron colaboración y apoyo a los marroquíes desde el miércoles día 1 de abril, pero no recibieron su autorización hasta el domingo cuando ya no había nada que hacer, más que rescatar los cuerpos de los dos fallecidos, lo que se hizo el lunes entre los dos equipos.

 
Hasta aquí, más o menos, los hechos ocurridos de forma sintética. Y a partir del regreso a España del montañero superviviente y de sus declaraciones y las de los familiares de los fallecidos es cuando surgen las críticas y los reproches y el debate sobre el comportamiento de las autoridades españolas y marroquís y sobre la tardanza de los servicios de rescate y sus carencias, tachando el rescate de chapucero. Por su parte, las Autoridades de Marruecos han acusado a los españoles de imprudentes.
 
Hemos de lamentar, por supuesto, los hechos, que acaban con dos víctimas mortales y desear que nunca vuelvan a ocurrir, lo que nos debe llevar a reflexionar sobre lo ocurrido.

 
Declaraciones del superviviente
Según las propias declaraciones del superviviente Juan Bolívar, cuando ascendían a pie por un cañón se encontraron con una catarata, viéndose obligados a realizar una pequeña escalada y que debido al ruido de la catarata no se entendieron en las instrucciones sobre las cuerdas por lo que se produjo el accidente cayendo sus dos compañeros, quedando uno muerto y otro herido.
 
Cuenta que cuando le lanzan una camilla para que ate a su compañero reconoce que no sabe hacer eso y dice: "no he puesto una camilla en mi vida”, por lo que bajó un miembro de la gendarmería que ató la camilla con José Antonio Martínez y la puso en un lugar en que rescatador y rescatado se precipitaron bajo la catarata. El miembro de la gendarmería marroquí se puso a salvo y dejó a José Antonio en el cauce de agua con la cabeza fuera del agua donde finalmente falleció. La autopsia realizada en Granada ha descartado que la causa de la muerte fuese la caída, por lo quedan abiertas las posibilidades de que falleciese por ahogamiento o por hipotermia.
 
No puedo dudar de la buena voluntad y disposición de los miembros del equipo de salvamento, que seguro que intentaron hacerlo lo mejor posible con los medios y formación de que disponían, pero todo parece indicar que los medios para el salvamento eran inadecuados y que el rescate, con los conceptos que manejamos en nuestros país, puede ser calificado como “chapuza”.
 
 
Algunas preguntas
Según varias informaciones los españoles eran montañeros experimentados pero me pregunto si ese calificativo implicaba una alta capacitación para la práctica segura de deportes de riesgo.
 
Dando por ciertas las explicaciones del superviviente, de que no se entendieron en el manejo de las cuerdas de escalada en las condiciones de ruido en las que lo realizaron, me pregunto si estaban suficientemente preparados para garantizar su propia seguridad en las condiciones en las que se veían obligados a realizar la escalada. ¿A la vista de sus problemas  de comunicación, no habría sido lo prudente intentar la escalada en otro lugar donde pudieran entenderse?
 
También me pregunto ¿dónde otorgan el título de “experto montañero” o espeleólogo a personas que nunca han realizado una práctica de rescate o auto-salvamento en que hayan tenido que aprender a atar y asegurar una camilla con un herido?.
 
Otras preguntas que me hago son:
-         ¿Por qué el Estado español en este caso ha roto su protocolo de no intervención en rescates en otros países?
-         ¿Ha sido porque dos de los españoles eran del Cuerpo Nacional de Policía y uno de ellos Inspector jefe?
-         ¿Supone esto que en sucesivos accidentes de españoles en el extranjero se irá en su rescate aunque no pertenezcan a las Fuerzas de Seguridad del Estado?
-        ¿Por qué van los GEO si no son un cuerpo de rescate?
-     ¿Es corporativismo que para rescatar policías se movilicen policías?
 
 
Acusaciones a los gobiernos
Las acusaciones de que el gobierno español no ha hecho nada, no son ciertas. El Ministerio de Asuntos exteriores quiso intervenir desde el primer momento y con medios del Ministerio del Interior: Guardia Civil y GEO. Al menos en este caso al gobierno no se le puede acusar de inacción.
 
Y aquí cabe otra gran pregunta. ¿Tiene el Gobierno obligación de intervenir en los rescates en el extranjero? Lo habitual es que no lo haga; de la misma manera que cuando el accidente le ocurre en España a un ciudadano francés o inglés, no vienen los franceses ni los británicos a realizarlo. Recomiendo la lectura del artículo de Ignacio Escobar director del diario.es “¿Hay espeleólogos de segunda categoría?”.
 
En cuanto a las acusaciones a Marruecos, por no permitir la intervención española, se ha de tener presente que cada país es soberano para organizar sus servicios públicos y Marruecos actuó de la misma manera que habría actuado el Gobierno español si el accidente lo hubiesen tenido unos marroquíes en España. Incluso, cedió a la presión española permitiendo la intervención de las fuerzas policiales españolas en territorio marroquí, lamentablemente, cuando ya era tarde para salvar a los dos fallecidos.

 
La responsabilidad del accidente
Todos los aventureros deben saber que la responsabilidad de un viaje es de la persona o personas que lo realizan, y en el caso de los deportes de riesgo todos los peligros y sus consecuencias son asumidos de forma voluntaria y han de ser evaluados de forma previa al viaje con una planificación y considerando todos las contingencias posibles, es decir todo lo que puede salir mal. En primer lugar para estar seguros que aceptamos esos riesgos y que a pesar de ellos queremos realizar esa actividad y en segundo lugar para saber minorarlos y saber qué hacer cuando ocurra cada contingencia analizada.
 
Cuando se va a otros países con un nivel de desarrollo de sus servicios públicos inferior al nuestro se ha de ser consciente que no podemos esperar las mismas reacciones, ni los mismos medios, ni la misma preparación para ayudarnos. También se ha de ser consciente de los enormes costes que puede suponer un accidente en algunos países con un rescate, una hospitalización y una repatriación, que podrían ser superiores a los 50.000€. Esto puede ser cubierto mediante la contratación de un seguro, pero la pérdida de la vida como se sabe es irremediable.
 
Tomando como referencia los incendios, sabemos que la atribución de responsabilidades por los daños de los incendios ha sido sometida a muchos juicios penales. Después de unos cuantos fallos judiciales podemos obtener la conclusión de que el bombero nunca puede ser el principal responsable de los daños del incendio por no apagarlo bien o no impedir su propagación, o por no adoptar las medidas óptimas. El culpable de los incendios es el que los origina de forma intencionada, o por descuido o por negligencia, pero no el bombero. Lo mismo sirve para otros accidentes.
 
 
¿Conclusión?
Puede ser comprensible la rabia de quienes han perdido un ser querido y que en un arrebato quieran culpabilizar a cualquiera del fatídico resultado del accidente. Siempre son de lamentar las víctimas que se producen por los accidentes, pero me parece muy injusto culpar a los rescatadores. 
 
Ojalá, lo ocurrido pueda servir de lección a todos y ayude a evitar otras muertes en el futuro.

Fecha de publicación, 14 de abril de 2015

 

2 comentarios:

  1. Buenas tardes Javier.
    Siempre es dable ser claro y la verdad es que para mí, tu artículo es muy detallado. Voy a intentar utilizar una palabra que siempre ayuda, empatía, así puedo entender pero no comprender los comentarios de ASESINATO, vertidos contra los servicios de emergencia Marroquíes, El tema en cuestión ha sido la comidilla diaria, de los foros y mesas de café de los servicios de emergencia en el País esta semana. Volviendo a la empatía, es muy duro perder compañeros y amigos se lo que se siente, en carne propia, cuando eso sucede uno puede expresar cosas terribles y que no benefician en nada. Los servicios de emergencia en el mundo tienen virtudes y defectos, pero el de Asesinos no entra en mi mente ni en mi listado de defectos. Cuando esto sucede siempre es bueno hacer una autocritica y en esto coincido en varias observaciones que has realizado sobre los Espeleologos y sobre como tratar estos casos en el exterior.
    Marruecos es una nación soberana y sus servicios de emergencia, tienen los problemas que tienen casi todos los servicios del mundo, exceptuando unos pocos países de Europa, Asia y del Norte de américa. Creo que podemos hacer una autocritica, cuando se arma una expedición como la mencionada, debería hacerse un estudio de los riesgos y si son elevados como se sabe que son, tener en cuenta quien nos va rescatar si pasa algo. Tengo un amigo que estudia antropología social y quiere ir a Venezuela a los barrios chabolistas, para su tesis, si le secuestran no es justo que diga que los policías venezolanos son chapuceros y asesinos, Cada uno hace lo que puede con lo que tiene. Y creo que merecen un respeto unas personas que se montan en camiones de rescate de los 70, sin ERA, con sogas en vez de cuerdas, porque no tienen nada, así se trabaja en la mayor parte del MUNDO, con sus más y sus menos, 800 millones de personas no saben si van a comer mañana, no pidamos que tengan un Mercedes atego de 500.000 euros equipado. A su vez España es un PAIS EJEMPLO DE AYUDA A LOS DEMAS, Varios de los mejores equipos de rescate internacional tienen su base en nuestro país, lo cual me deja sin comprender como no tenemos una Fuerza de tareas internacional oficial como los Bomberos Voluntarios de Chile o El GER Federal de Argentina, aquí creo que una vez mas teniéndolo todo hemos improvisado, y se envía lo que se tiene a mano, pues la Guardia Civil, que por suerte tiene un equipo ejemplar. Si somos tan profesionales y no somos chapuceros, tenemos que ORGANIZAR Y GESTIONAR ESTO ANTES DE QUE SUCEDA. Como? Con convenios, con entrenamientos recíprocos, con grupos internacionales de respuesta, es que parece que solo nos juntamos para los negocios y para tirar bombas, Hay Españoles por todo el planeta enseñando rescate y no somos capaces de hacer convenios de ayuda directa sin que el Rey le tenga que llamar al otro Rey es que parece que estamos en la edad media!!, esas decisiones se tienen que tomar ANTES, Pero creo que simplemente, debemos elevar la calidad de vida de todos los ciudadanos del mundo, tuve la oportunidad de trabajar junto al equipo de rescate de Israel cuando fue en apoyo en 1992 en el atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires y uno tiene la sensación de que movilizar un equipo 13.000 km es siempre llegar tarde, uno debe llegar antes y eso es promoviendo los equipos y grupos internacionales de respuesta y ayudando a que mejoren profesionalmente los equipos de emergencia de esos países con menos desarrollo en estos aspectos, mucho hay por hacer y espero que estas tristes muertes, sean la base de ideas nuevas para mejorar y evitar las próximas. Un abrazo grande.

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  2. Hola Daniel,
    percibo que en tu comentario planteas varios asuntos que pueden ser objeto de interesantes debates.
    El primero es la responsabilidad que cada uno debe asumir sobre sus propias decisiones, claro que para eso y tomando como ejemplo el caso del viaje a Marruecos, primero debe hacerse un analisis minucioso de los riesgos a que se va a estar expuesto.
    El segundo, la precariedad de medios que tienen la mayor parte de los servicios de emergencia del planeta. Desde la prepotencia de los países que disponemos de medios abundantes no debemos hacer responsables a los miembros de estos servicios de sus carencias. A veces se nos olvida ser humildes.
    El tercero, la necesidad de organizar y planificar equipos de respuesta para auxilio internacional y de realizar los convenios de ayuda mutua entre los países antes de que ocurran los accidentes y sin necesidad de que se negocie a última hora entre los máximos gobernantes. Mientras tengamos fronteras tán rígidas, me temo que no será fácil superar el orgullo y amor propio de cada nación permitiendo la intervención de fuerzas extranjeras.
    Saludos,

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