Si aplicamos los procedimientos de gestión de riesgos, la primera medida sería la identificación del riesgo, es decir reconocer e identificar aquellas viviendas en las que su ocupante, que generalmente vive en soledad, padece algunos de estos trastornos, síndrome de Diógenes o de acumulación, que acrecienta el riesgo de incendio generando una mayor peligrosidad para su persona y para sus vecinos.
El riesgo
Desde el punto de vista de la protección contra
incendios el riesgo se magnifica pues la la carga de fuego se puede multiplicar
por diez o más, convirtiendo toda la vivienda en una hoguera incontrolable, imposible
de apagar:
- se incrementan las posibilidades de inicio del
incendio por haber material combustible por todas partes,
- se multiplica la velocidad de propagación no solo
por la gran cantidad de combustible, sino porque es imposible poder cerrar las
puertas y limitar el incendio a una sola habitación.
- Hay innumerables testimonios de los bomberos que han
intervenido en estas viviendas que cuentan:
o
que la
virulencia del incendio impedía toda aproximación
o
que era
imposible avanzar por los pasillos para llegar al foco del incendio
o
que era
imposible llegar a las ventanas para abrirlas y ventilar el fuego.
Por estas
razones, este tipo de incendio suele acabar con la destrucción total de la
vivienda y muchas de las viviendas colindantes.
Esta identificación no es fácil, pues las personas
que padecen estos síndromes no suelen tener mucho contacto social y evitan
recibir visitas en sus viviendas, tanto de familiares y amigos como de sus
vecinos. Si bien aquellos que padecen síndrome de Diógenes se pueden reconocer
por su aspecto descuidado y sucio, otras personas que padecen del síndrome de
acumulación compulsiva no llaman la atención pues no descuidan su higiene
personal, ni su aspecto, por lo que resultan más difíciles de reconocer.
Los médicos de familia pueden jugar un gran papel en
la detección precoz de estos síndromes, especialmente en las visitas médicas a
los domicilios, pudiéndose a partir de ahí iniciar un tratamiento psiquiátrico
efectivo.
Una vez
identificada la vivienda con este riesgo o a la persona con este síndrome hemos
dado un paso importante en la prevención. Pero, ¿qué se puede hacer? Si no hay
un tratamiento adecuado el comportamiento se volverá a repetir.
Intervención Policial
Podemos
pensar que cuando se produce una intervención de los servicios municipales y se
limpia la vivienda ya se ha resuelto el problema, pero no suele ser así. Las
limpiezas a fondo de estos hogares, como única medida, sin el consentimiento
del dueño suelen fallar, pues los acumuladores suelen experimentar una angustia
extrema y pueden apegarse más a sus posesiones. Se puede gastar dinero público
en la limpieza y repetirse el problema al poco tiempo, repercutiendo
negativamente al generar rechazo de ayuda en el futuro(3).
Tratamiento preventivo
Creo que aún está por demostrar si el síndrome de Diógenes
propicia y determina un comportamiento solitario o bien es la soledad la que
favorece la aparición del síndrome de Diógenes.
Se asegura que hay tratamientos psico-farmacéuticos
con los que al parecer se obtienen buenos resultados.
Es triste
descubrir esta situación durante o después del incendio en el que ha muerto la
persona que padecía este síndrome. A veces la acumulación es tan grande que
impide a su ocupante la movilidad por la vivienda, teniendo obstruídos pasillos
y puertas de salida que disminuyen gravemente la posibilidad de escapar de un
incendio cuando este se produce.
Y ya no podemos hacer nada para prevenir esta muerte. Lo deberíamos haber hecho antes.
Y ya no podemos hacer nada para prevenir esta muerte. Lo deberíamos haber hecho antes.
La tercera parte de este artículo tratará de la legislación aplicable al síndrome de acumulación.
(3) IOCD -International Obsessive Compulsive Disorder- Foundation. Boston. ¿Qué es el síndrome de acumulación compulsiva?
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