Después de que la Fundación
Mapfre publicase el primer estudio de victimas de incendios que realicé con
datos del año 2010 se puso en contacto con la APTB el director de la Fundación
ESYS (Empresa,
Seguridad y Sociedad) para solicitarnos
autorización para incluir algunos de los datos, gráficos y conclusiones del
estudio en su Informe Anual de la Seguridad En España que estaban elaborando.
Su petición fue bien acogida
por nuestra parte y tras la meticulosa recopilación de informes de un buen
número de sectores (Seguridad física; Transporte aéreo, Marítimo, Ferroviario
y Carretera; Energía: hidrocarburos, eléctrica y nuclear) se presentó el
Informe en Madrid el 22 de noviembre de 2012.
El acto
El acto fue presentado por el
Presidente de la Fundación, D. Javier Gómez-Navarro (ex secretario de Estado
para el Deporte en tiempos de las Olimpiadas Barcelona’92) y contó con la
intervención magistral de D. Rodolfo Martín Villa exministro de Gobernación (Interior)
en la transición democrática y vicepresidente del gobierno con el Presidente
Calvo-Sotelo. En la presentación del Informe disfruté del placer poco
frecuente de asistir a una conferencia de un Ministro que fue el responsable
máximo de la seguridad en el Estado. El hecho de que el partido en el que
militó ya no exista, además de encontrarse jubilado y estar retirado de la
política, creo que fueron las claves para que su disertación tuviese
interesantes ingredientes de espontaneidad, sinceridad y reflexión personal. Un
político que no milita en ningún partido, no tiene intereses electorales y no
busca votos, ni necesita mantener su puesto, se convierte en un ser bastante
alejado del prototipo de político que conocemos hoy.
Tras la brillante exposición sintética del
informe realizada por el Director de la Fundación en que hablaba de tantas y
tantas facetas de la seguridad en España, tomó la palabra Martín Villa, quién
recordando sus tiempos al frente del ministerio en una época muy difícil, nos
confesó que cuando alguien se le acercaba para solicitarle alguna atención
sobre la seguridad de las centrales nucleares o de Renfe, o la seguridad
bancaria o de los accidentes de tráfico, él no mostraba ningún interés sobre
estos asuntos. Así, nos reveló que “en una época en la que cada día que
amanecía nos despertábamos con la noticia de un nuevo atentado terrorista con
muertos, mi única preocupación es que no hubiese atentados terroristas”.
Desde hace mucho he pensado, y creo que
incluso alguna vez lo he escrito, que el Ministerio del Interior en España se
tenía que llamar el Ministerio de la Policía, porque el Ministro tan solo piensa
en clave policial. El exministro me corroboró ese pensamiento y fue aún más
lejos: con la exposición de sus sentimientos declaró que realmente era el
Ministro del terrorismo.
Pasado el tiempo
Creo que treinta años después esto no ha
cambiado demasiado. Parece lógico que en una dictadura militar el Ministerio de
Gobernación tenga una gran impronta policial y no olvidemos que la dictadura duró
más de 40 años y tan solo llevamos 35 años de Constitución democrática por lo
que aún se mantiene la inercia de un modelo de Estado y de Administración que
es prácticamente imposible cambiar en una sola generación. De hecho, una abrumadora mayoría de los
funcionarios de Interior son policías (Aunque no conozco el dato exacto, estimo
que más del 95%).
Aceptando que las cosas son como son y no
como nos gustaría que fuesen, mantengo vivo el deseo de que me gustaría conocer
un ministro de la seguridad (Interior) cuya preocupación permanente fuese, no
el terrorismo, ni la policía, sino la seguridad de los ciudadanos, y diseñase
un ministerio cuyo fin fuese conseguir un país más seguro para todos. Se ve que
hoy tengo un día utópico.
Publicado el 17 de junio de 2014
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