A la pregunta ¿cómo ha de ser un parque de bomberos?, en España hemos respondido de unas 500 formas diferentes, lo que indica que no hemos acertado con la respuesta. Así pues, considero que es un tema abierto sobre el que reflexionar hasta que nos aproximemos a una solución racional. Veamos algunas claves sobre este asunto.
Parque de bomberos central (Nº 1) de Zaragoza |
Ya he comentado anteriormente en este blog que en español utilizamos erróneamente la palabra parque para designar tanto los edificios donde se albergan los vehículos y materiales del servicio de bomberos, o sea el parque propiamente dicho, como al cuartel, que es la zona dispuesta para albergar a las personas de guardia. La causa de esta equívoca denominación podría estar en que en origen prácticamente todos los servicios de bomberos municipales estaban constituidos por personal voluntario, por lo que el Parque de bomberos, era precisamente eso, un parque o almacén de vehículos al que acudían los voluntarios en caso de incendio. Posteriormente, al profesionalizarse los servicios se construía el cuartel, junto a, o encima del parque. Quizás un nombre más adecuado y más preciso podría ser “Base”, como les están llamando en algún servicio de bomberos, aunque me parece que el término “parque” ya se ha impuesto de forma genérica e irremediable. Así que, aceptando la sinécdoque y tomando la parte para denominar el todo, utilizaré en el artículo la palabra parque para referirme al conjunto de instalaciones que albergan el personal, los vehículos y los materiales de un servicio de bomberos.
Curiosidad
Una curiosidad que me apetece comentar es que en español utilizamos para designar los edificios de bomberos la palabra “parque” que procede de la palabra inglesa parking (estacionamiento) que a su vez procede de la voz francesa parc (recinto), mientras que los ingleses los llaman Fire Station que tiene su origen en el latín, en el vocablo statione, del verbo stare (estar parado). Resulta llamativa esta contradicción en que los ingleses han utilizado una palabra latina y los españoles una palabra inglesa. Y más curioso aún, puede parecer que en algunos países de Sudamérica en vez de utilizar la palabra española parque (de bomberos) usen la británica estación (de bomberos).
Síndrome municipal
Los servicios de bomberos en España tienen su origen en los municipios, las primeras organizaciones de bomberos surgieron en las ciudades y tuvieron un carácter básicamente municipal. La primera regulación nacional de los servicios de bomberos data del la Ley de Bases de Régimen Local de 1955 y esto ha imprimido carácter.
El primer paso de las primeras organizaciones bomberiles era tener un parque donde tener sus vehículos y almacenar su equipos. Después, cuando se fueron desarrollando hubo que incluir las oficinas de jefatura, dirección y administración, las aulas destinadas a la formación y la central de comunicaciones; con el parque propiamente dicho: con los almacenes, talleres, el garaje de vehículos y patio o zona de prácticas; y el cuartel en sí, con todas las dependencias para el alojamiento y estancia del personal de guardia: los vestuarios, los comedores, dormitorios, gimnasio, salas de estar, etc., resultando inevitablemente un parque único de grandes dimensiones.
Bien sea por ignorancia o por comodidad, se ha desarrollado un modelo de parque único en el que albergar una respuesta potente con muchos medios. No era muy difícil ver que la estrategia de disponer de muchos parques pequeños repartidos por todo el territorio (como se hacía en toda Europa) era mucho mejor. Si los jefes de bomberos hubiesen tenido un poco más de vista, habrían exigido más parques para cubrir sus ciudades, y eso les habría permitido una mejor cobertura territorial, una organización más eficaz e incluso incrementar las plantillas.
Esta idea llevó a algunos servicios municipales, provinciales y autonómicos a creer erróneamente que más grande era sinónimo de mejor, como si el tamaño fuese un indicador de la calidad, y algunas administraciones empezaron la absurda competición de a ver quién lo hacía más grande.
Más grande
Tras el incendio del hotel Corona de Aragón en 1979, la ciudad de Zaragoza decidió construir un magnífico gran parque de bomberos de tipo parque central alemán. El gran parque central de Zaragoza, fue el más visitado del siglo XX y sirvió de referencia a muchos servicios y administraciones que malinterpretaron el refrán “el hábito no hace al monje” y pretendieron aplicarlo en su forma inversa.
Algunos ayuntamientos influidos por la megalomanía de alguno de sus jefes de bomberos construyeron mega-parques de bomberos desproporcionados en relación con el tamaño de sus ciudad(1). En otros casos como había dinero de sobra procedente de fondos europeos se gastaban alegremente en la construcción de parques(2) con la falsa idea de que un nuevo parque espectacular supondría un gran estímulo en la reorganización del servicio o que repercutiría en la prestación de un servicio más eficiente.
Concepto
Cualquiera que tenga por delante el reto de diseñar y construir un parque de bomberos debería conocer que es lo que tiene entre manos y tener los conceptos claros. Los dos elementos claves en el proyecto y diseño de un parque son: la jefatura de bomberos y el arquitecto; el arquitecto debe mantener una buena comunicación con el jefe de bomberos y su equipo directivo, para obtener una idea absolutamente clara de qué es un parque de bomberos y cuál es su fin y cómo hacer para que el proyecto sea un éxito y combine todas las cualidades de simplicidad, utilidad y funcionalidad, belleza estética, armonía y confort, además de la economía en su inversión inicial y en su mantenimiento.
En el capítulo de Departamentos de Bomberos del Manual de Protección contra Incendios editado por la National Fire Proteccion Association de Estados Unidos de América (NFPA) hay ejemplos de cómo se debe de construir un parque de bomberos. Creo que todos los jefes de bomberos españoles lo conocen y todos los arquitectos que se enfrentan a al diseño de un nuevo parque de bomberos deberían conocerlo.
Un centro de trabajo
Es muy importante tener claro que un parque de bomberos es ante todo un centro de trabajo y ha de estar diseñado para las tareas que han de desempeñarse en él. Ante cualquier duda, todos deberíamos tener siempre presente la pregunta: ¿qué es lo mejor para los ciudadanos? Y según la respuesta actuar en consecuencia.
(1) Las empresas constructoras han sido cómplices de esta visión megalómana que les ha reportado grandes beneficios.
(2) Otra circunstancia diferente ocurre cuando se debe rehabilitar un edificio existente para el uso de parque de bomberos. En estos casos se hace lo que se puede.
Publicado el 1 de diciembre de 2015
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Me parece perfecta la definición. . No la crítica. Como emisorista de un "parque" donde se con vive 24 horas diré que la visibilidad de entrada o salida y la buena coordinación de un cabo que sabe como dirigir y las buenas comunicaciones hacen del recurso humano una buena intervención.
ResponderEliminarEugenia, gracias por tu comentario. Me alegra que compartas la definición. Me parece útil tu aportación. Aunque este puesto de emisorista tan sólo va a quedar en los servicios con un solo parque y en los parques centrales de los servicios con múltiples parques.
ResponderEliminarSaludos.