martes, 13 de octubre de 2015

Fichar un nuevo jefe de emergencias

Tras las elecciones municipales se suelen producir algunos cambios en la dirección y jefatura de los servicios de emergencia. Algunos que cesan, y otros que son cesados obligan a la búsqueda de un nueva persona para ocupar el puesto de jefe. Analicemos en este artículo las fórmulas para reclutar un nuevo jefe al frente de un servicio de emergencias. 
 
Por desgracia, los políticos están convirtiendo estas plazas en puestos de confianza y les gusta cada vez más cubrirlos mediante el sistema de libre designación. Se suelen oponer los partidos(1) de la oposición que a su vez hacen lo mismo cuando gobiernan y no suelen mostrar su oposición a este sistema los sindicatos pues los jefes políticos suelen ser más manejables. 
 
Escasez
Hay en España grandes problemas para encontrar jefes/directores de servicios de emergencias, especialmente en bomberos y en protección civil, pues su actividad está menos regulada que en las policías, y en consecuencia no hay cantera. Conozco de algunas ciudades que han estado buscando un jefe de bomberos y no han encontrado, y varias ciudades están iniciando el proceso de búsqueda de un nuevo jefe.
Búsqueda de candidatos
El proceso normal para sustituir un jefe de emergencias debería ser el siguiente(2):
1.- Que el subjefe (que debería haber en todos los servicios) pase a jefe. Desgraciadamente esto apenas ocurre en España pues:
a) muchos jefes no quieren tener un subjefe, con su mismo nivel de titulación, que les pueda hacer sombra y no han luchado por ello a pesar de que yo siempre he opinado que en un servicio de emergencia lo primero que tiene que tener un jefe es un subjefe.
b) los sindicatos se han preocupado de que no haya equipos directivos sólidos. Solo reivindican y aceptan que se convoquen plazas de bomberos o policías cuando en realidad estamos muy necesitados de muchos mandos cualificados.
 
2.- Realizar un proceso de promoción interna(2) para que algún miembro de la plantilla pueda optar al puesto. Esto tiene la ventaja de que ya conoce la organización y la desventaja de la endogamia, que suele impedir la puesta en marcha de algunos cambios, muchas veces necesarios.
 
3.- Buscar de forma directa un jefe de servicio de una ciudad más pequeña que quiera ir a una ciudad más grande. Esto tiene la ventaja de que un jefe de otro servicio ya tiene experiencia en la gestión de los problemas habituales de un servicio similar.
 
4.- Buscar de forma directa un oficial o mando de una ciudad más grande que quiera progresar a jefe de servicio ya que en su servicio las posibilidades de ascender suelen ser más bien pocas.
 
5.- Buscar un experto en emergencias que no sea estrictamente del mismo gremio: bomberos, emergencia sanitaria, policía, militar de carrera, etc. En España ha habido y hay actualmente, jefes de bomberos que provienen de la policía, de la emergencia sanitaria, o de protección civil, o directores de policía que han sido jefes de bomberos, o jefes de protección civil que provienen de bomberos o de policía, etc., etc.; son posibilidades que están abiertas.

6.- Realizar una convocatoria pública con la máxima difusión para cubrir la plaza con quién demuestre los mejores conocimientos y habilidades para la plaza.
 
7.- Realizar un concurso de traslado para que otro técnico (sin experiencia en emergencias) de la propia administración ocupe la plaza. Creo que esta ha de ser considerada la última opción.
 
8.- Otra posibilidad es dejar la plaza vacante, cubriéndola de forma transitoria por un profesional de forma interina. Esto debería ocurrir solo durante un periodo de tiempo y mientras resolvemos el problema mediante alguno de los procedimientos enumerados anteriormente.
 
Las peores opciones
Desgraciadamente se han puesto de moda las peores opciones que son algunas de las siguientes:
-          Poner un amigo del partido gobernante sin cualificación apropiada.
-          Poner un amigo del Alcalde o concejal basándose en el principio de personal de máxima confianza.
-          Promocionar a un líder sindical o persona propuesta por los sindicatos, pensando que así se mejorará el clima social.
-          Poner al frente un político (a veces ocurre)
-          Además, suele hacerse una trampa: saltarse los requisitos de titulación en cualquiera de los casos anteriores, para lo que se produce un cambio de denominación del puesto con lo que se intenta esquivar las exigencias legales.
Por lo general, los desaguisados que pueden provocar sus actuaciones, ya sea por interés o por ignorancia, suelen ser irreversibles en una generación. 

Los procedimientos
El procedimiento para cubrir el puesto puede ser:
 
Promoción interna, una buena solución siempre que no se hagan trampas y se elija bien.
 
Oposición, no me parece que sea lo más recomendable habida cuenta que además de conocimientos se debe requerir alguna experiencia para estos puestos.
 
Concurso-oposición, lo que resulta lógico si se quiere ocupar la plaza con carácter permanente y estable.
 
Libre designación, que es el más utilizado últimamente (Habida cuenta de la relevancia que está teniendo este procedimiento, lo trato en un punto aparte).
 
Interino, es una mala opción tener a un jefe con la espada de Damocles de la interinidad. Eso reportará inestabilidad y debilidad a su autoridad mientras todo su personal subordinado tiene el beneficio de la estabilidad laboral.
 
La libre designación
El jefe del servicio de extinción de incendios y salvamentos de una ciudad, el de policía o el de protección civil, al igual que el director de la banda de música municipal, no se debe contratar por ser amigo o persona de confianza del Alcalde sino por los conocimientos y experiencia que acredite en la materia objeto de su ejercicio profesional. Además, debería elegirse al mejor de los posibles candidatos por lo que debería garantizarse la máxima difusión y publicidad de la convocatoria para mantener los principios de transparencia, igualdad y libre competencia, que quedan vulnerados cuando tan solo se ha enterado de la convocatoria el amigo “elegido” a priori.
 
El Tribunal Supremo ha advertido suficientemente en varias sentencias de la irregularidad del sistema de libre designación y del abuso que las administraciones hacen de este sistema, para sortear la legalidad y burlar los procesos de contratación de personal público basados en los principios de igualdad, mérito y capacidad. 

Los responsables políticos a los que a veces se les llena la boca con la palabra “Constitución”, olvidan con demasiada frecuencia los principios de “igualdad, mérito y capacidad” y la interpretación que el Tribunal Constitucional ha efectuado sobre ellos como base del acceso a la función pública. En el sistema de libre designación del que tanto abusan algunos responsables políticos se pervierten estos principios constitucionales. Además, se presenta el inconveniente de que con la elección “a dedo” la autoridaddesignadora se garantiza la sumisión del candidato y en caso de conveniencia puede efectuar a discreción la “libre remoción”, que naturalmente se presenta como “ventaja” para la autoridad competente.
 
Los responsables de los partidos de la oposición que tanto protestan a veces en su institución, deberían hacer un llamamiento a sus colegas de partido de todos los ayuntamientos que gobiernan para que no utilicen este sistema de contratación, excepto en circunstancias muy especiales.
 
Todos deberían exigir que todas las contrataciones de personal al servicio de la administración pública se hiciesen conforme a la ley y a la lógica. También alcanza esta responsabilidad al responsable de Recursos Humanos y al secretario del Ayuntamiento que deberían vigilar la legalidad de las contrataciones municipales. Todos aquellos que tengan alguna capacidad de influencia en los procesos selectivos deberían abogar por la defensa a ultranza de los principios de igualad, mérito y capacidad. El sistema de libre designación no tendría por qué ser malo si se utilizase bien, lo perverso es utilizar este sistema para colocar a los amiguetes incapaces, dejando sin posibilidades a los candidatos más idóneos. 

Militares en emergencias
Este artículo no trata del papel de la UME o del rol cada vez más protagonista del ejército en las emergencias sino de la selección de una persona para el puesto de jefatura de un servicio de emergencia, por lo que me limitaré a ello.  
 
 
Hace unos días, un periódico publicaba una noticia con una pregunta tonta en el titular: ¿Puede ser un militar el próximo jefe de los bomberos de Salamanca?(3) La respuesta es muy sencilla, los militares desde hace mucho han podido ser jefes de servicio y oficiales  en las administraciones públicas siempre que cumpliesen los requisitos de la oposición convocada y obtuviesen la plaza. Los estudios de la escuela superior de oficiales de la carrera militar están convalidados como universitarios de grado superior. Sus estudios y experiencia les cualifican para esta actividad tanto o más que otras titulaciones que han sido habituales en las jefaturas de los servicios de bomberos. Si no hay más militares en emergencias es porque las administraciones restringían estos puestos, al principio a la titulación de arquitecto y más tarde a ingenieros y arquitectos, y porque los militares han querido, ya que tienen una carrera profesional en la que se asciende rápidamente en el escalafón y hasta ahora no les ha interesado su paso a la administración civil.

No obstante, con el nombramiento de un militar como director general de protección civil del Estado y dos directores de bomberos de dos grandes servicios españoles también militares y la actividad de la UME en emergencias, empezarán a darse cuenta de sus posibilidades, por lo que imagino que en el futuro habrá más vocaciones procedentes de este sector profesional. 

Un consejo gratis para todos
Todos aquellos que piensen que un nuevo jefe de servicio podrá resolver los problemas detectados, que se les quite de la cabeza tan peregrina idea. Los jefes de servicio no disponen de herramientas de gestión para dirigirlo. La dirección del servicio debe ser ejecutada por un equipo directivo que el nuevo jefe casi nunca podrá constituir. Con suerte, si las habilidades sociales del nuevo jefe lo permiten, se podrá evitar la aparición de nuevos problemas y contener los existentes, siempre que tenga cuidado y con sus decisiones no cree nuevos e inesperados conflictos. Otro día, hablaremos de las imposibilidades de gestión de los jefes de servicio en la administración.

Un consejo gratis para los candidatos
Si te intentan convencer que una vez que accedas al puesto y te hagas la composición de lugar estarán a tu disposición para producir los cambios que necesites y quieras promover para ejecutar tu proyecto, NO LES CREAS; es mentira. Una vez que hayas accedido al puesto ya les has quitado su problema que era cubrir la vacante para que los partidos de la oposición y los agentes sociales no les machaquen en los medios. Todo lo que quieras conseguir tiene que estar bien negociado antes de entrar y muy amarrado y después, aún así, podrás comprobar el escaso valor de la palabra dada y recibirás una lección práctica de como la coyuntura se impone sobre todos los compromisos.
(1) El comportamiento de los partidos políticos en estos procedimientos no es exclusivo de unas siglas o de un partido en concreto, sino que se trata de una forma de actuar generalizada, en muchos casos pactada con los sindicatos, que excepto en casos especiales, deberían repudiar este sistema.
(2) Doy por sentado que el proceso se debe de llevar a cabo en base a la exigencia de conocimientos y experiencia y no en base a titulaciones académicas que se puede pensar subjetivamente o corporativamente que son más idóneas para el puesto. ¡Quién tiene que ser idónea para el puesto es la persona, no su titulación académica!.
(3) Finalmente, mientras estoy escribiendo el artículo, el ayuntamiento de Salamanca ha publicado la convocatoria de la plaza de jefe de bomberos: https://sede.diputaciondesalamanca.gob.es/opencms/opencms/sede/herramientaBOP/documentos/2015/BOP-SA-20151009-006.pdf

Artículo publicado el 12 de octubre de 2015




4 comentarios:

  1. Un Jefe, tiene que tener muchísimas cualidades para serlo, sobre todo en ámbitos tan especiales como la protección civil , los Bomberos y servicios de emergencias, buscar el adecuado es sin dudas una tarea bastante difícil, sobre todo cuando no existe una formación especifica, una licenciatura en emergencias o una carrera de nivel terciario de bomberos, entiendo que la nueva formación de técnico en protección civil nivel superior quiere llenar ese vacío, aunque tengo mis dudas que sea adaptable a las necesidades formativas de un Jefe de Bomberos. (algo que ya has comentado en otro articulo del Blog con anterioridad). Antigüedad, capacidad y merito dicen en mi país son condiciones básicas para ser jefe de Bomberos, entiendo que es muy dificultoso encontrar una persona 100 % operativa y que maneje el área política y de gestión, ahora de ese punto a colocar de jefe de bomberos a un administrativo/a comercial o ingeniero por designación libre, me parece simplemente ALUCINANTE. aunque lo he visto con mis propios ojos, Coincido con vos en el tema del segundo Jefe, para mi es primordial, que un segundo Jefe apoye y complemente sobre todo las fases en donde el Jefe no es tan fuerte. Es lógico que muchos Jefes no quieran segundos Jefes, suele pasar eso a las personas que no se sienten seguras con lo que hacen y como lo hacen. Para mi un Jefe de Bomberos no es nada, sin una JEFATURA, un buen segundo Jefe y un equipo de oficiales y suboficiales en los cuales distribuye su trabajo y les alienta a mejorar para CREAR NUEVOS JEFES EN EL FUTURO, dado que un Jefe que quiere perpetuarse en el puesto no es recomendable dado que la soberbia es incompatible con esta profesión. Las instituciones publicas como los servicios de bomberos deben prever la formación y estimulo de profesionales aptos para ser JEFES (cuya designación debe ser siempre en competencia teniendo en cuenta sus cualidades dentro de la emergencia) y esto es extensivo a los Bomberos Voluntarios o agrupaciones de protección civil, Un jefe necesita del apoyo y respeto de los Bomberos, puede que tenga muchas falencias pero estas se diluyen cuando se trabaja en equipo con una dirección clara de mejora continua,. Por ultimo Javier, quería escribir que conocí muchos Jefes en todos estos años en la emergencia, con virtudes y defectos, eran personas comprometidas con su trabajo pago o voluntario, ser un buen Jefe es una tarea ciclopea a menudo injusta con quien la lleva a cabo. Un buen Jefe debe estar siempre, donde tiene que estar, aunque en ello ponga en riesgo su prestigio y hasta su vida. Leonardo Day era un Jefe con 30 años de servicio, un maestro de los Bomberos Profesionales de Buenos Aires, Para Voluntarios y profesionales el era simplemente Leo, al que se le podía hacer una consulta técnica de esas imposibles o al que podías sentir tocarte el hombro con el ERA puesto a tu lado para cuidarte y ver mejor las tareas de extinción. Cuando a uno le tocan Jefes de ese calibre el listón es muy alto y así debe serlo, siempre. Un saludo grande desde Guipuzcoa.

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  2. Hola Daniel,
    Comparto tu opinión sobre quienes quieren perpetuarse mediante el sistema de no tener a nadie a su lado. No concibo que nadie, hoy en día pueda llevar adelante un proyecto sin compartirlo ampliamente con un equipo de confianza mutua.
    Saludos,

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  3. Es difícil encontrar un buen jefe de Emergencias, pero mas dificil todavía es encontrar un político competente para ponerle al frente de ese Departamento.Y que sepa separar la parte política de la parte técnica.

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  4. Pues sí, Juanjo, así es la realidad de los países democráticos. A los políticos les elige el pueblo con sus votos, porque sí, porque están en una lista, no por su titulación, ni por sus conocimientos, ni por sus habilidades de gestión. Encontrar uno bueno es una cuestión aleatoria, depende de la suerte. Esto no lo podremos cambiar. Lo que deberían saber los políticos y nosotros deberíamos intentar enseñarles es que hay dos parcelas de gestión: el área política y el área técnica y que deberían ser bastante estancas e independientes. Los técnicos no deben invadir la esfera de lo político, ni los políticos deberían interferir en las cuestiones técnicas, pero esto es pura utopía, pues los propios ciudadanos, asociaciones civiles, sindicatos, etc., recurren continuamente a ellos, precisamente para que se entrometan en los asuntos técnicos y tomen partido a su favor torciendo las leyes, normas y reglamentos si hiciese falta.
    La vida es así: tenemos el país que nosotros mismos construímos. Fijáte como el lenguaje nos traiciona: tú mismo has escrito "político competente para ponerle al frente de ese departamento"; eso es un error, nunca un político debería estar al frente de ningún departamento. No se dice que un político está al frente de la orquesta sinfónica o de un hospital. Para eso están los jefes de servicio, para estar al frente de los servicios. Las responsabilidades políticas deberían ser otras. Saludos,

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