lunes, 26 de octubre de 2015

Precarización de los bomberos

Uno de los lemas más utilizados últimamente en las movilizaciones de los sindicatos de los bomberos es “Contra la precarización”. Este eslogan  puede estar bien como reclamo ante los bomberos para hacer saltar la chispa de la revuelta, pero en algunos sitios(1) se ajusta poco a la realidad, y desde el punto de vista de la comunicación puede ser útil para atraer la atención de los medios pero se desmorona enseguida. 

La fotografía de la cabecera del artículo corresponde a una pancarta situada en la puerta del parque de un servicio de bomberos de Euskadi. Pues bien, el otro día, una persona que conoce las condiciones laborales de ese servicio de bomberos me decía a la vista de la pancarta que ese letrero era un insulto a los ciudadanos(2). 
 
Pues sí, el primer lema que fue “contra la privatización de los servicio de bomberos” lo han abandonado pues tal falsedad no resiste el más mínimo análisis (es la única Ley de todas las de las CCAA que dice expresamente que el servicio no será prestado mediante gestión indirecta) y no se lo traga nadie, así que ahora han encontrado una nueva consigna igual de insostenible: “la precarización”.  

Qué es precarización
A propósito del mensaje “NO A LA PRECARIZACIÓN” opino que la palabra "PRECARIZACIÓN" no está bien elegida para la protesta (no sabría decir contra quién) que están llevado a cabo los sindicatos en Euskadi. Los bomberos funcionarios de Euskadi no conocen lo que es la precariedad.
 
Precarización es lo que han sufrido los trabajadores no funcionarios afectados por los EREs, que han padecido despidos, bajadas de salario del 40% para mantener los puestos de trabajo, o tener que hacer más horas extras sin cobrarlas para que la empresa no cierre... lo que ha provocado problemas para pagar la hipoteca, o el alquiler, o el colegio de los niños, etc., etc.. Cualquier sindicato, y cualquier sindicalista que tenga contacto con otros trabajadores que no sean de la administración conocen esto. Desde 2010 se han realizado muchísimos recortes presupuestarios en nuestra sociedad, sobre todo en Sanidad y en Educación, pero no en los servicios de bomberos; se han cerrado escuelas, se han cerrado centros de salud, plantas enteras en los hospitales, se han anulado contratos de interinos de maestros de médicos y de enfermeros, pero no se han cerrado parques de bomberos no se han despedido bomberos por no tener presupuesto, es más se han seguido abriendo parques de bomberos. Desde este punto de vista, estamos ante un sector privilegiado, aparte de la congelación salarial y de la retención de una paga extra, no ha habido apenas incidencia de la crisis como en el resto de la sociedad. No ser conscientes de esto nos convierte precisamente en eso en “inconscientes”. 

Me imagino la cara de estupefacción del periodista (afectado por la crisis de económica y la crisis de los medios de comunicación, tan grave como la de la construcción), con un contrato en prácticas o becario precario, a pie de calle, entrevistando a los bomberos y sindicalistas que denuncian la pretendida precariedad a la que les va a llevar la Ley de bomberos de Euskadi, periodista, que por supuesto se ha informado antes de ir a la “manifa” de los sueldos y otras condiciones laborales de los bomberos funcionarios. 

¿Un malentendido?
Me decía una persona en las redes sociales, al parecer vinculada con esta campaña, que: “La precarización no se refiere al bienestar de los bomberos, ni a sus condiciones laborales (…) O lo hemos explicado mal, o se quiere entender mal para confundir a la ciudadanía”.
 
Veamos un ejemplo: Si los ciudadanos leemos en un periódico o en una pancarta mostrada por unos trabajadores: NO A LA PRECARIEDAD EN AENA todos entendemos que se refiere a los trabajadores y no a la empresa, ni a los aviones, ni a los viajeros, ni al servicio que prestan. Lo mismo pasa cuando se pone una pancarta que dice “No a la precariedad en bomberos”, ¿Por qué va a ser diferente una y otra pancarta? Los ciudadanos van a entender lo mismo en ambos casos. 

Pues no, me temo que no se han explicado mal, creo que han dicho lo que querían decir “PRECARIEDAD” y así lo han entendido los medios de comunicación y así se lo han contado a la sociedad, a los lectores, como se ve en los recortes de prensa de la imagen. Hablan de la precariedad de las condiciones laborales, que por supuesto es lo que les corresponde defender a los sindicatos, y que ojalá lo sigan haciendo con éxito durante muchos años. El problema es que se han equivocado y cuando se les reprocha el “mensaje” que han utilizado se dan cuenta de que socialmente es inadmisible y lo quieren corregir o reinterpretar.
Carrera de despropósitos
Parece que en la pugna por ser más extemporáneos han iniciado una carrera de despropósitos. Leo textualmente en el último comunicado de otro sindicato competidor, que el texto de la Ley “pone en peligro la seguridad pública y la de los propios trabajadores y sus condiciones laborales”. ¿Saben acaso lo que dicen? Ignoro cuál puede ser la causa de tal desvarío, pero desde luego es un verdadero disparate.  

Por favor, no podemos hablar de precariedad de forma tan banal, muchos vecinos de nuestros municipios, saben de las buenas condiciones laborales y salarios de los funcionarios-. Los bomberos que denuncian precariedad deberían saber que en los últimos 5 años han caído las intervenciones el 30%. Eso en una empresa habría supuesto un reajuste de la plantilla y un ERE para el 30% de su plantilla de forma automática, pero eso en la administración no se hace, porque los funcionarios tenemos ese derecho-privilegio del trabajo estable, aunque se caiga el mundo. Y así seguirá siendo con la nueva Ley que perpetúa y sacramenta que los bomberos sean funcionarios, como ahora, por lo que seguiremos teniendo trabajo fijo hasta la jubilación. 
 Caída del 30% en las intervenciones en los últimos cinco años 
Habrá motivos para protestar contra la nueva LEY -no lo quiero discutir (ya traté este asunto de la nueva ”Ley de bomberos de Euskadi” en un artículo anterior)-, cada uno sabrá los suyos, pero, desde luego la precariedad no es uno de ellos. Para quién no conozca el dato: Euskadi es la comunidad autónoma pluriprovincial del Estado, que más invierte en sus servicios de bomberos, así que hablar de precariedad de los servicios parece un chiste malo y hablar de la precariedad de los bomberos funcionarios con salarios brutos anuales de más de 40.000 € resulta de mal gusto.

POR FAVOR, un poco de respeto a nuestros conciudadanos.
 
(1)    Ya he escrito muchas veces sobre la heterogeneidad de los bomberos españoles, y sabemos que no es posible meter a todos los bomberos en el mismo saco a la hora de reivindicar condiciones laborales. En algunos lugares se encuentran bomberos que su salario es menos que la mitad que en otros sitios. Y hay zonas con parques con mucho personal y otras zonas con personal muy escaso, o algunos que tienen tiempos de respuesta por debajo de 10 minutos y en otros es superior a una hora. Tampoco el nivel de vida es el mismo en todas partes por lo que sería injusto comparar solamente el salario sin tener esto en cuenta.

(2)    Estos bomberos que claman por un servicio no precario, disponen de unas modernas y confortables instalaciones y la dotación de respuesta a los incendios más completa de España, consistente en 17 miembros, mientras que en la mayoría en las capitales suele ser entre 9 y 10.
 
Publicado el 26 de octubre de 2015


 


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8 comentarios:

  1. Bueno Javier, voy a intentar aportar mi punto de vista en la cuestión que planteas en este post tan controvertido y tan abordado en conversaciones de trastienda de nuestros parques de bomberos y en nuestras administraciones, aunque de puertas a fuera no lo parezca e incluso parece tener una carga tabú y suscita reacciones "hoy". Tiene aristas vivas y puntas muy incisivas.
    Como has mencionado, no se puede generalizar, porque la variedad y condiciones laborales de los bomberos en nuestro país es muy dispar, así como el alcance de la crisis económica que ha sobrevenido. Te puedo decir bien de cerca que en mi servicio, en los últimos años, sí que se han sufrido bajadas salariales en términos objetivos y reales, fruto en buena parte del pésimo tratamiento de las negociaciones salariales de años anteriores que ofrecían pan para hoy y hambre para mañana.
    Así se valoraba sobre todo las consecuciones monetarias a corto plazo, suponiendo sentar las bases en conceptos de nómina susceptibles de desaparecer o, cuanto menos, de ser modificados con el tiempo. Esto es lo que nos ha llevado a ese punto y todos hemos tenido culpa y responsabilidad, los poderes públicos que contentaban y tapaban bocas, los profesionales que conseguíamos resultados instantáneos sin preocuparnos más y los sindicatos que vendían imagen a todas las bandas.
    Aclarado esto voy a expresar lo que consideró más importante.
    Yo ingresé en el cuerpo (de bombero raso) va para 34 años.
    Mi primer salario fue de 47.000 pesetas (280 euros hoy), que aunque se sitúe en el contexto y en el tiempo, no era un salario para tirar cohetes precisamente.
    El turno de trabajo era literalmente de 24x48 horas a piño fijo (jornada laboral de 48 horas semanales), cubriendo toda una provincia y todos sus siniestros. Por ello éramos requeridos frecuentemente para acudir al servicio para cubrir las salidas a siniestros fuera de la ciudad, cobrando esas horas extras a 200 pesetas, para al día siguiente seguir con tu guardia de turno.
    A los incendios entrábamos con una careta con cartucho de carbón activo (tóxico a altas temperaturas) porque no teníamos ERA's, un chaquetón de neopreno, guantes de mecánico y un cinto de seguridad que me acopló un zapatero porque no había de mi talla. No sigo con el resto de material y vehículos porque es más de lo mismo, y las dotaciones de 1a. Salida eran menos de la mitad que las actuales.
    Seguramente cuando algunos lean mi alegato les vendrá a la cabeza la impronta de pensar: "éste no querrá que nos comparemos con aquello que era tercermundista", o "que burradas está diciendo para valorar el presente de los bomberos".
    Evidentemente que está no es mi pretensión y soy plenamente consciente de que es incomparable en contexto. Ni mucho menos persigue que no se reivindiquen mejoras o las carencias que existen. Todo lo contrario.
    Pero, al margen del aprendizaje y perspectiva que esas experiencias me han proporcionado y la influencia que han tenido en mí maduración personal y profesional, lo que digo y quiero resaltar es que, desdeP el primer día que empecé a trabajar de bombero y durante cada momento de mi carrera profesional (de la que he permanecido 27 años operativo a todos los efectos), tanto con las condiciones laborales y profesionales que he descrito, como con las que he ido teniendo después y tengo actualmente ( con los recortes importantes sufridos), siempre me he considerado un privilegiado, y lo sigo pensando cuando mis condiciones laborales y personales han variado sustancialmente, exceptuando por el salario, claramente a menos calidad de vida.

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    1. Alberto,
      tienes razón en que estos asuntos suelen ser tabús, se tratan, se comentan, pero no se airean, es como si hubiese un pacto de silencio corporativo para que nadie de fuera se entere. Te recuerdo que el primer post de este blog lo titulaba "Opinión libre" http://javierele.blogspot.com.es/2014/04/opinion-libre.html para advertir que abordaría cualquier tema sin restricciones.
      En cuanto a las condiciones salariales, en el artículo, me estoy refiriendo a las de los servicios de Euskadi, ya sé que en otros servicios se han buscado salarios extras a cuenta de hacer guardias extra y otros subterfugios que son coyunturales y por lo tanto removibles en tiempos de crisis. Pero, he de decir, que en ese asunto los sindicatos de Euskadi han sido exquisitos en su mantenimiento de una postura rotunda de negativa a las horas extras que no sean absolutamente imprescindibles.
      Es de agradecer que nos cuentes tu historia personal y como en aquella época sí que había precariedad, y como tu desarrollo personal y profesional te ha llevado a tener esa sensación de privilegiado que yo tambien comparto. Lo cual no ha de impedir que esté presente un afán de superación y de mejora.

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  2. Para sentirme privilegiado considero todos los factores que definen mi profesión y mi situación profesional y laboral. Este sentimiento se ha reforzado siempre y se refuerza más, si cabe, cuando lo sitúo en contexto. Fuera del contexto nada tiene sentido y pienso que en eso es en lo que más pecamos hoy en día.
    Muchos excelentes profesionales de mi Servicio y de otros que conozco (tanto veteranos como novatos, porque eso no va con la experiencia, sino con la actitud) son plenamente conscientes de lo que digo y comparten este punto de vista, pero a la vez, parece que ese discurso está condenado a considerarse "esquirol" y está acallado, aún a costa del rechazo y sorpresa que llega a suscitar en esos profesionales que así lo sienten.
    A parte de esta consideración profesional, por otras razones y observado con otra perspectiva, os puedo asegurar que hoy en día en las Administraciones que rigen nuestros parques, una mayoría de funcionarios de todas las escalas y grupos nos ven a los bomberos como unos privilegiados, aunque rara vez se expresa públicamente porque se teme a la reacción de los bomberos.
    Mi parecer es que obviar todas estas circunstancias nos sitúa en una burbuja muy peligrosa, principalmente por el efecto burbuja es lo más alejado de la realidad objetiva y, lo que es peor, de la adaptación y cambio que toda organización requiere para subsistir y ser sostenible en el tiempo.
    Creo que ese error es tan dañino que, no sólo se quedará en que seamos envidiados por otros malsanamente, sino que nos dejará obsoletos como sistema organizativo e insostenible desde el punto de vista de la eficiencia y vocación de servicio.
    No sobreviven los más fuertes, ni los más inteligentes, sino los que mejor se adaptan.
    Esto se obvia demasiadas veces o se entiende mal. Si queremos buenos huevos necesitamos gallinas vivas y sanas, no cociéndose en la olla para caldo, por bueno que salga éste.

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  3. Alberto,
    Aciertas en esa sensación de que otros funcionarios, desde otros servicios y desde otras administraciones que no tienen servicios de bomberos. Se nos ve con extrañeza, y como unos privilegiados, me atrevería a decir que como una casta. El que no se lo crea no tiene más que preguntarlo y lo comprobará. Esta sensación de envidia, ese vivir en esta burbuja que tu mencionas, nos va a perjudicar a medio plazo, es más creo que nos está perjudicando ya. Algún día escribiré en el blog lo dañinas que nos van a resultar las movilizaciones y protestas callejeras contínuas de los bomberos, para el desarrollo de los servicios de bomberos. El endiosamiento que genera el pensamiento de que los servicios de bomberos tenemos el monopolio de la emergencia hará que nuestros servicios se desmoronen por los rechazos que genera la conflictividad de los bomberos o creo que mejor dicho, la conflictividad de los sindicatos de los bomberos o precisando más aún, la conflictividad que originan los representantes (a veces no son sindicatos) de los servicios de bomberos que se han atribuído el titulo de expertos en organización de servicios de emergencia.
    Saludos,

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  4. No han sido pocos los ataques que he recibido cuando he trasladado esa visión a los profesionales y como se ha empleado para decir que ese era "el discurso del miedo" para impedir que la gente se movilizase y reivindicase los derechos conseguidos durante años. Supongo que esto también lo habrás conocido. Es muy difícil romper la burbuja.
    Respecto al perjuicio que mencionas, recordarás que en algún post he hecho mención a la entropía de los Servicios de Bomberos, que es precisamente eso de lo que hablas.
    Dices palabras que suenan duro, pero que, cuanto menos deberían hacer reflexionar a algunos sobre lo que hacen y dicen.
    No me canso de repetir que nuestro sentido y porpósito no es ni puede ser otro que aquel que justifica nuestra existencia y nuestra organización, el hecho de SERVIR, y no hay otro. Rara vez oigo fundamentar decisiones y propuestas en este principio.
    A partir de ahí lo que resulte no puede estar alineado.
    Todo es discutible y fundamentables. Se puede llegar a consensos, o a acuerdos, o a ninguno de ellos. Pero hay que tener claro porqué somos lo que somos y estamos donde estamos, y solamente lo que aporte valor a eso está justificado que se pretenda. Ombligo, cada cual tiene el suyo, en los Parques de bomberos y en cualquier lugar del mundo. Por ahí vamos a hacernos daño y poco más.

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  5. Conocí a "precariedad" hace ya unos 30 años, (como el compañero Alberto con sucesos parecidos) En 2001 mientras instalábamos un parque de bomberos en un barrio peligroso, concurrimos a una intervención de un bar en medio de un barrio chabolista de unos 7000 h, Nuestra misión colocar una linea desde hidrantes cercanos y circunscribir el fuego hasta la llegada de los compañeros de Bomberos de la Policía, Nuestras mangueras no llegaban a tanta distancia y el incendio era en medio de la Villa por lo que Nos metimos por los intrincados pasillos azuzados por la gente enardecida, cargados de extintores y con dos mascaras de filtro, teníamos unos estructurales y cascos que nos habían regalado los bomberos de Holanda, el fuego tenia cogida la cocina y nuestro chispas corto la energía, le vaciamos 3 extintores de PQS y el fuego se reinicio en el techo ya propagando a las casas vecinas, salí a la puerta y les dije a los vecinos, pasen cubos de agua!!!, En mi vida pensé que combatiría un incendio asi en el siglo XXI, Asi nos encontraron los compañeros de la policía, mi compañera estudiante de medicina de 3er año lloraba desconsolada, Mi Jefe la abrazaba y le decía tranquila todo va cambiar ya tendremos equipos.... Considero que precariedad es eso a menos que la real academia tenga una flexibilidad enorme para dicho termino. En el caso de Euskadi, yo creo que quien maneja la campaña utiliza ese termino como caballito de batalla, (quien te gustaría que te ayude un bombero funcionario o un voluntario desde su casa) con el fin de tener mas apoyo. Hable con varios compañeros sobre esto, le dije muchachos no me parece bien que para reclamar se tenga que hablar de precariedad o criticar al voluntariado responsable, cuando vuestro reclamo puede sustentarse en otras cosas, yo creo que parte de la culpa la tiene el desarrollo de la misma ley que debería dejar menos cabos sueltos, sobre todo en los auxiliares bomberos y en los voluntarios los únicos en esta ley que creo tienen el derecho de quejarse de una seudo precarizacion pues no habla de que apoyo monetario tendrán, como se equiparan quien controlara su día a día, como serán sus bases, sus reglamentos internos y esto es porque no se ve al bombero voluntario como parte de un sistema si no como alguien de buena Onda que viene a echar un cable, entiendo que ademas de la formación en Arkaute, hay que dar mayor cobertura al sistema de Bomberos Voluntarios en Euskadi, pues en la ley no esta nada claro y me parece solo una muestra de buena voluntad, repitiendo una vieja frase que digo siempre, Lo que hace "profesional a un servicio no es solo la formación si no EL SISTEMA QUE LO APOYA.

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  6. Javier ,el principal problema del proyecto de ley es su deficiencia .Una ley propia de bomberos debería hacer frente a las 11 conclusiones que se mencionan en el preámbulo del proyecto .O justificación de porque es necesaria esta ley: falta de homogenización,de definición de funciones,no potencia la prevención ,ni la investigación de incendios,ni define categorías ni funciones de las escalas...
    Deja el 95 por ciento tal como esta en el capítulo IV de la ley de gestión de emergencias
    No afronta ni da solución a ninguno de los problemas existentes en la actualidad,y con ello no mejora ni la gestión ni los recursos disponibles

    Los sindicatos no dicen ke los SPEIS de Euskadi estén precarizados
    Dice que no se precaricen ,que es lo que puede suceder si se introducen figuras que no son bomberos profesionales,funcionarios públicos y con parques abiertos 24 horas
    Preguntarle a los vecinos de Agurain a los que recientemente se les incendio la casa,porque en todo Araba los parques se cierran a las 9:30 y tienen que intervenir bomberos desde Gasteiz,con tiempos de respuesta a La Guardia de 55 minutos que piensan

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  7. Mar,
    Gracias por tus comentarios, pero te aclaro que este artículo no trata del proyecto de Ley de Bomberos y ni trata de analizar las razones de la protesta. Este artículo solo trata de la sinrazón del lema la precarización utilizado en las protestas contra la Ley, me lo ha hecho ver bastante gente.

    Ya sabes, que no comparto la afirmación de que esta Ley (que no me gusta demasiado) puede precarizar los servicios de bomberos porque se introducen figuras que no son profesionales, funcionarios públicos. Los bomberos profesionales localizados o a tiempo parcial, un modelo de éxito en casi todos los países de europa de más nivel de renta y más calidad de vida y protección social que España, son profesionales, tienen contrato de trabajo fijo con su administración, y están sindicados. Si no conoces este modelo, podrías darte una vuelta por los paises del norte de Europa antes de negarlo y especular sobre sus posibles efectos negativos.

    En cuanto a los voluntarios, la ley no los introduce, los voluntarios ya existen, y además están recogidos en la última Ley de Protección civil del Estado y en la reciente Ley del voluntariado (BOE del 15 de octubre) y también se recoge el voluntariado en todas las Leyes de emergencia o de bomberos de las CCAA. Si la ley de Euskadi no lo hiciese sería una laguna imperdonable, sería una mala Ley que crearía un vacío absurdo.

    Por lo que sé, en toda Álava hasta hacía bien poco, solo había parques de bomberos en la capital y en el valle de Ayala, así que la creación de las UCEIS -unidades comarcales de extinción de incendios y salvamento- ha sido un gran avance en la cobertura de las emergencias de los alaveses, aunque, por supuesto, se pueda discrepar del modelo y del ritmo de su implantación. Y ya que mencionas el incendio de Agurain (población con menos de 5.000 habitantes), que se encuentra desde el parque de Vitoria-Gasteiz en un tiempo de respuesta de unos 20 minutos (que ya quisieran para sí en cualquier zona rural de España), si hubiese habido bomberos profesionales localizados en esa localidad el tiempo de respuesta habría podido ser menos de la mitad.
    Saludos,

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