viernes, 24 de octubre de 2014

Metas del servicio de bomberos

 A propósito de la designación, hace un par de meses, de Ralph Terrazas, el primer hispano como Jefe del Servicio de bomberos de la ciudad de Los Ángeles de California, en Estados Unidos de América, me parece interesante hacer un comentario sobre algunos hechos que rodearon dicho nombramiento.

El Servicio de bomberos deLos Ángeles (LAFD -Los Ángeles Fire Department-) es el tercer servicio de bomberos municipal después de Nueva York y Chicago, tiene una plantilla de 3.200 personas, 102 parques y 1.100 intervenciones diarias (el 83% son asistencias sanitarias) para atender una población unos 4 millones de habitantes, incluyendo el puerto y el aeropuerto.
Últimamente es frecuente que el nombramiento de jefes de los cuerpos de bomberos las ciudades en esa nación recaiga en hispanos; esto empieza a ser algo habitual en la medida que los afroamericanos y latinos se han venido incorporando desde hace décadas a las plantillas de los servicios de bomberos. Pero, no es esto lo que quiero destacar en este artículo, sino la actitud del jefe Terrazas ante el nombramiento por parte de su comunidad para  hacerse cargo de sus nuevas responsabilidades.
Como si de un programa electoral se tratase, a modo de compromiso con los miembros del Consejo municipal que le habían nombrado por unanimidad, expuso su declaración de intenciones. Tras afirmar “No los voy a decepcionar, sino que voy a hacer que se sientan orgullosos de mi trabajo”, se comprometió a contratar más mujeres y jóvenes y a modificar las prácticas de reclutamiento que han llevado a que ahora solo tengan un 3% de mujeres bomberas. Así mismo, se pronunció en contra de la externalización del servicio de ambulancias alegando que eso supondría una importante pérdida de ingresos para el departamento y expuso las Metas que han de conseguir en el servicio de bomberos de la ciudad ordenadas de esta manera:

Meta 1.- Desarrollar una organización para administrar y gestionar los recursos del Departamento con eficacia.
Meta 2.- Desarrollar un sistema para reducir al mínimo el impacto de los desastres y otras emergencias sobre las vidas y las propiedades.
Meta 3.- Proporcionar un eficaz sistema de servicio médico de emergencia.
Meta 4.- Proporcionar un sistema eficaz de Prevención de incendios y de Seguridad pública.
¡Qué envidia! Esto, que parece que tiene cierta lógica, es España es ciencia ficción. Sin entrar a analizar el contenido de estas metas quiero llamar la atención sobre el hecho de poder exponerlas públicamente. Imaginemos por un instante que esto ocurriese en una ciudad española, y que en la rueda de prensa en que el Alcalde presenta al nuevo jefe de bomberos, este tomase la palabra para prometer que va a cambiar los requisitos de acceso al cuerpo, que va a meter más mujeres y que expusiese a los medios cómo va a gestionar y organizar el servicio de bomberos. ¿Qué ocurriría? Pues me temo que habría provocado su cese fulminante por haber invadido funciones y competencias políticas y sindicales que en España le están vetadas.
Este fenómeno, en el cual los directores técnicos se ven permanentemente relegados, se debe a que las funciones más elementales de gestión han sido expropiadas por los políticos a los funcionarios técnicos cualificados en lo que podemos denominar “intromisión política en las funciones técnicas de dirección”. Sin duda, esto también forma parte de la “partitocracia” que se caracteriza por la invasión de los partidos políticos de todas las esferas de poder, acaparando toda la soberanía en todos los ámbitos.
Ojalá este fenómeno sea reversible y podamos volver nuestras miradas hacia modelos más eficientes que imitar.

Publicado el 24 de octubre de 2014

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