martes, 29 de abril de 2014

Opinión libre

Recuerdo que en las primeras jornadas técnicas que organizó la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos -APTB- en Palma de Mallorca, en el año 1992, Guillermo García Pol, entonces jefe de bomberos de la ciudad, quién más tarde fue presidente de la APTB, escribió para la presentación de la jornada un texto de introducción en el que indicaba que la asociación sería “el vehículo de expresión de opiniones autorizadas en el mundo de la seguridad”. Apuntaba así una de las líneas de trabajo de la asociación: emitir y generar opinión. Estas palabras siguen teniendo vigencia, creo firmemente que así ha sido y así continúa siendo.

Desde el año 1990 he ocupado algunos cargos en la Junta directiva de la APTB, presidente, secretario de comunicación, y los últimos 14 años secretario general, lo que me ha facultado para actuar de portavoz de la APTB en numerosas ocasiones. Habida cuenta de que la APTB dispone de las dos revistas (Emergencia 112 y Prevención de Incendios) y del portal de internet en lengua española de mayor difusión entre los profesionales de emergencias, se puede pensar que esto supone disponer de un gran altavoz para exponer y expresar lo que uno piensa. No voy a negar que cuando se dispone de unos medios que tú mismo controlas existe esa posibilidad, pero he de asegurar que nunca he tenido la tentación de utilizarlos con ese fin. Cuando ocupas un cargo de representación te debes a aquellos a los que representas y has de ser comedido y prudente. Por ello, debes de contener la opinión propia para expresar la del colectivo al que representas. No siempre te puedes permitir algunas licencias como discrepar abiertamente con alguien o dar algún que otro portazo y no puedes tener orgullo personal; el orgullo ha de ser exclusivamente el de la entidad que representas.
 Primeras Jornadas de la APTB en Palma de Mallorca 
En consecuencia, he procurado ser meticuloso con las opiniones emitidas intentando que, siempre que apareciese la rúbrica de APTB, fuesen las ideas de la gran mayoría de los socios (aunque es probable que algunos no compartan esta apreciación, como otros no han compartido las formas o el momento de exponer algunas opiniones).


Reconozco que a veces he sido contundente y arriesgado en las formas pero, me excuso pensando que, a veces hay que hacerlo así para remover conciencias o para advertir de lo que uno percibe que va a ocurrir si se sigue por determinado camino o para apuntar soluciones que conoces que otros países ya han adoptado mientras nosotros nos miramos el ombligo.

Ahora, un mes después de haber dejado la Junta directiva de la APTB me siento libre para exponer mis propias opiniones, sin que nadie las ligue o vincule a otros. Sin representar a nadie. Sin que pueda trasladarse contra terceros el enojo por mis pensamientos o por mis palabras.
 
Mi opinión, ahora, me representa solo a mí, lo que me otorga esta libertad con la que deseo expresarme en este blog, sin autocensura, sin temas intocables, sin tabús. El nombre "emergente" está en el origen del término "emergencia" y lo interpreto como nacimiento, brote, cambio, resurgimiento: el paso hacia algo nuevo.

Publicado el 29 de abril de 2014