miércoles, 1 de junio de 2016

Conflictividad en Bomberos (III)

Está claro, que cuando es necesario hay que hacerse oír, pero una cosa es hacerse escuchar cuando se tiene algo que decir y otra diferente meter ruido. El ruido no hace bien. En la tercera parte de este artículo se traen a colación algunas consecuencias negativas de algunas estrategias de movilización equivocadas.


Aquí describo algunos ejemplos en que la conflictividad ha ocasionado daños a los propios servicios de bomberos, por no pensar en las consecuencias a medio y largo plazo. Estoy convencido de que los lectores conocen muchos casos más; yo menciono unos pocos.

SERCAM
El SERCAM fue el servicio de emergencia sanitaria de la Comunidad de Madrid adscrito al Servicio de Bomberos en 1997. Ya no lo es, se perdió, entre otras cosas, por la conflictividad y las manifestaciones pasadas de tono (aunque hubo otras causas como las conspiraciones internas y externas).

Ante las radicales revueltas sindicales hechas con demasiada soberbia y poca cabeza el SERCAM fue transferido por decisión del presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Gallardón, a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid en el año 2.000. El servicio de bomberos se quedó sin un elemento que podría haber sido esencial en su futura evolución.

Y esto no acabó aquí, las protestas de los bomberos de la comunidad alcanzaron tal intensidad que predispusieron a Gallardón contra los bomberos y años después, sus compañeros los bomberos municipales sufrieron algunas consecuencias de esta animadversión, cuando Gallardón fue Alcalde de Madrid.

Rescate en Castilla y León
En el año 2015 las autoridades de Protección Civil de la Comunidad de Castilla y León se vieron obligadas a externalizar el servicio de rescate que venían realizando satisfactoriamente un grupo de bomberos constituido en asociación, al producirse un plante de los bomberos  y negarse a continuar dando el servicio en las condiciones en que se estaba efectuando.


Este es un caso en que a la administración no le quedó más salida que realizar una externalización no deseada para poder prestar servicio a los ciudadanos.

Otro absurdo error de cálculo de un órdago corporativo.

Ley de bomberos de Euskadi
La Ley de Emergencias de Euskadi gestada por el gobierno vasco del PSOE en la legislatura 2009-2012 no llegó al parlamento vasco ante la falta de apoyo sindical pues no reconocía la clasificación automática de los bomberos en la categoría C1(1). Así pues, en la legislatura siguiente, a partir del 2013, el nuevo gobierno autonómico del PNV decidió separar de la Ley de Emergencias la parte de bomberos en una nueva Ley de servicios de bomberos. La Ley de emergencias que tenía consenso político siguió su trámite parlamentario y gracias a esta estrategia, sin la oposición de los sindicatos de bomberos, fue aprobada con normalidad.
Por su parte, la Ley de Bomberos se negoció (a nivel técnico y político) entre las 6 instituciones que tenían servicio de Bomberos –las tres capitales y las tres diputaciones- llegando a un acuerdo entre PNV (Bilbao y Bizkaia), BILDU (San Sebastián y Guipúzcoa) y PP (Álava y Vitoria-Gasteiz). En teoría el PSOE debería estar de acuerdo pues el texto de la Ley era muy similar al que elaboró cuando gobernaba.
 Falso lema en la pancarta: la ley que se rechaza impide la externalización 
Por razones que ignoro, y por lo tanto no sé explicar, aunque me inclino por pensar que ha podido ser debido a un pulso sindical al gobierno, aderezado con una pugna entre sindicatos de bomberos (por ver quién tiene más capacidad de protesta, o quién mea más lejos), en el recorrido parlamentario de la Ley, en el último año, se inició una campaña de movilizaciones de bomberos contra la Ley tachándola de privatizadora y precarizadora de las condiciones de los bomberos (ver los artículos de este blog: Ley de Bomberos de Euskadi y Precarización de los bomberos), que acaba con las adhesiones de los partidos políticos PSOE y BILDU, con lo que la Ley es retirada al no contar con la mayoría parlamentaria para sacarla adelante. En esta situación, seguirá vigente la antigua Ley, desfasada, y sin actualizar al escenario del siglo XXI, y todas las mejoras progresistas de la Ley para los servicios de bomberos se han perdido. Cualquiera que quiera comparar las Leyes de servicios de bomberos existentes puede ver que excepto en la relación de funciones de los servicio de funciones, iba a ser una de las mejores leyes del Estado, con bastante diferencia. Y lo que es peor, no habrá partido político que se decida a abordar una nueva Ley de bomberos en las dos o tres próximas legislaturas lo que supone una lamentable pérdida. Resulta llamativo y es contradictorio que lo que los sindicatos denunciaban que se podría hacer si se aprobaba la ley, es hoy posible con la ley antigua por no haber aprobado la Ley nueva. Con la ley vigente, hoy en día, es posible externalizar los servicios de emergencia que la administración quiera; que no se hará pues nunca ha estado ahora en la intención de los legisladores ni administradores, aunque quizás los sindicatos con tanto nombrarlo les hayan dado nuevas ideas.

Ambulancias en Bomberos de  Bilbao
El ayuntamiento de Bilbao había mantenido históricamente un prestigioso servicio médico municipal y un servicio de ambulancias. Con las transferencias de sanidad a las CCAA el servicio de ambulancias estuvo a punto de desaparecer pero finalmente dicho servicio se integró en la organización municipal en el Área de Protección civil y bomberos y las ambulancias y el personal de ambulancias pasó al parque de bomberos. El ayuntamiento de Bilbao firmó un convenio con Emergencias de Osakidetza (el servicio de salud del gobierno vasco) para que sus dos ambulancias se integrasen en la red vasca de urgencias y así eran movilizadas como tales. Fruto de este sistema, se duplicó el número de salidas de las ambulancias, que eran movilizadas constantemente, estando sometidas a una gran carga de trabajo de la que se resintieron los funcionarios municipales e iniciaron unas fuertes protestas sindicales que dieron al traste con el convenio. A partir de la ruptura del convenio en 2012(2), descendió drásticamente la carga de trabajo y los funcionarios comenzaron  a disfrutar de una vida laboral mucho más cómoda y relajada. Naturalmente, no era sostenible ni justificable que el ayuntamiento mantuviese dos ambulancias, sin tener la competencia de ese servicio, y enseguida se dio el paso de suprimir una ambulancia y una docena de puestos de trabajo, que fueron recolocados en otras áreas municipales.


Actualmente, tan solo hay una ambulancia, cuya función principal es acompañar a los bomberos en sus salidas, lo que no parece justificar su existencia, por lo que se encuentran con la espada de Damocles de su inminente desaparición, así que los 18 empleados municipales que prestan su servicio en las ambulancias deberán ser recolocados en otros departamentos municipales.

No hay que ser un científico para saber relacionar causa-efecto y para darse cuenta de que de aquellos polvos vienen estos lodos. Cada uno que cargue con su responsabilidad. Estoy seguro de que cuando su jefe les decía que fuesen conscientes de lo que hacían, estaba pensando en la permanencia y mantenimiento del servicio a largo plazo y que los sindicatos y los protestantes solo pensaban en sus intereses personales a corto plazo. Después de todo, como son funcionarios, saben que no les pueden despedir, tan solo les trasladarán a otro puesto.

Este es un gran ejemplo de esa máxima que reza: “el que no da servicio desaparece”.

¿Cómo nos ven los demás funcionarios?
A los ciudadanos se le puede ocultar pero, todos los funcionarios conocen las condiciones laborales de los bomberos, por lo que desde otros servicios y desde otras administraciones se nos mira con envidia, con extrañeza, y como a unos privilegiados, me atrevería a decir que como a una casta. El que no se lo crea no tiene más que preguntarlo y lo comprobará. No entienden que con las condiciones de jornada laboral y salarial (mejores que la mayoría de los funcionarios) se organicen tamañas protestas. Esta sensación de agravio comparativo no nos puede traer nada bueno, nos va a perjudicar a medio y a largo plazo, es más creo que nos está perjudicando ya.

Hemos de tener en cuenta que al margen de nuestras actuaciones con los ciudadanos, las principales relaciones administrativas las mantenemos con otros funcionarios y no nos aportará ninguna ventaja que esas relaciones no sean amables, cordiales y amistosas.

El engreimiento que genera el pensamiento de que los servicios de bomberos tenemos el monopolio de la emergencia (lo que en España no es cierto) y que por ello somos imprescindibles, hará que nuestros servicios se desmoronen por los rechazos que genera la conflictividad de los bomberos o, creo que, mejor dicho, la conflictividad de los sindicatos de los bomberos o precisando más aún, la conflictividad que originan los representantes (a veces no son sindicatos) de los servicios de bomberos, en movimientos asamblearios, que se han atribuido el título de expertos en organización de servicios de emergencia.
 Bomberos de Gran Canaria defendiendo sus derechos 
Conclusión
Es verdad que muchas veces los bomberos manifestándose y presionando a los políticos han conseguido muchas cosas, pero ese camino no debe perpetuarse. Lo que se obtiene por la fuerza no siempre es necesariamente bueno, como hemos visto en los ejemplos anteriores.

Aquí se acaba este artículo sobre la conflictividad. En las redes sociales me han dicho de todo como si la verdadera conflictividad es que yo hable de ello y lo señale. Me resulta sorprendente la ceguera de quienes no quieren ver, y que les molesta que otros lo veamos y lo contemos. No obstante, este problema existe aunque nadie lo cuente. Por cierto, los problemas que no sabemos que existen y que no somos capaces de identificar no se pueden solucionar jamás.

(1)  El consejero de interior (PSOE) tenía una relación de parentesco con un bombero que era el delegado sindical de UGT del mayor servicio de bomberos de Euskadi, que además ocupaba un puesto político electo por el PSOE en la Diputación de Bizkaia por lo que además de familia, también eran compañeros de partido. El caso es que basándose en esa influencia se paralizó la Ley de emergencias de Euskadi en esa legislatura. Todo el rechazo a la Ley venía de que no se reconocía la categoría C1 para los bomberos funcionarios, todos los avances recogidos en la Ley para los ciudadanos les importaba un pito.
(2) Se elimina la ambulancia municipal de Bilbao.

2 comentarios:

  1. En Cataluña, casi la mitad de los bomberos, son voluntarios, y en algunas zonas, representan el 70%.
    Unos apuntes que te pueden servir para tu artículo:

    En 2012, hubo una "huelga" encubierta de los bomberos voluntarios de Cataluña, que con la excusa "no tenemos gente disponible" se negaron a salir a emergencias, para forzar que la Dirección General atendiera sus demandas.
    (http://www.elperiodico.com/es/cartas/lectores/bomberos-voluntarios/60158.shtml)
    (http://www.europapress.es/catalunya/noticia-sindicato-bomberos-carga-contra-voluntarios-negarse-acudir-rasquera-20120530141555.html)
    (http://www.ara.cat/societat/Pocs-voluntaris-Rasquera-protesta-casualitat_0_701330052.html)
    (http://www.elpuntavui.cat/article/24-puntdivers/4-divers/540765-els-bombers-voluntarisdeixen-plantat-interior.html)

    Entre finales de 2014 y principios de 2015, algunos parques repitieron la jugada y también con la excusa "de no tener gente disponible" no iban a servicios fuera de su comarca. Además, hubo dimisiones de jefes de parque.
    (http://www.elmundo.es/cataluna/2015/01/31/54cd229322601db4388b457d.html)
    (http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/dimiten-mas-dirigentes-gran-mayoria-parques-bomberos-voluntarios-lleida-3930467)

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  2. Gracias Marc, por tus aportaciones,
    Seguí el conflicto a través de los medios y a través de algunos compañeros catalanes. Creo que el conflicto se cerró en falso y que las tensiones continúan.
    Veremos que nos depara el futuro. Yo pienso que la administración debería ser más ágil en la formación de los voluntarios para cubrir las vacantes, que se debería haber resuelto el seguro de accidentes de los voluntarios hace muchos, muchos años, pues es una cuestión de justicia, y si la la ley ponía trabas a algo justo se debería hacer confeccionado una ley especial. Y también estoy convencido de que se puede reconocer que los voluntarios son agentes de la autoridad, pues creo que de hecho ya lo son, como he explicado en mi artículo anterior: https://javierele.blogspot.com.es/2016/05/agente-de-la-autoridad-en-emergencias.html
    Saludos,

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